El martes la policía retuvo en Breclav a más de 200 sirios que viajaban sin papeles rumbo a Alemania. Los agentes marcaron con rotuladores números en las manos de los 115 hombres, 38 mujeres y 61 niños que llegaron desde Hungría (Igual que los nazis hace 80 años) supuestamente para poder agrupar a los refugiados por familias
Budapest.- Cientos de refugiados que llevaban días varados en Budapest emprendieron ayer la marcha a pie hacia la frontera con Austria, que queda a casi 200 kilómetros. Un grupo de unas 200 personas caminó ayer a mediodía en ruta para abandonar la ciudad, dado que las autoridades les impiden utilizar el tren hasta Alemania. Este país es el destino deseado por la inmensa mayoría de los que han llegado a Europa en su huida de la guerra. A falta de idioma para hacerse entender, solo repiten: “Siria; Austria”.
Es un éxodo masivo. La voz parece haber cundido en todos los puntos del país donde se concentran los refugiados. Si no pueden viajar en tren, avión o autobús, lo harán a pie. Muchos de los que llevaban días en la estación de tren de Keleti, en el centro de Budapest, echaron a andar para dejar la ciudad a eso de la una de la tarde. “La situación aquí es nefasta. Llevo cuatro días y no se puede estar más”, explica Nasir al Omar, un estudiante de Arte y Literatura de la universidad siria de Alepo, a la agencia Efe.
Casi al mismo tiempo, más de 60 migrantes se han escapado de un centro de acogida cerca de Bicske, en el centro del país, y 300 han abandonado también otras instalaciones de recepción de extranjeros ubicadas en la frontera con Serbia. Se trata del centro de Röszke, en el extremo sur del país, y unos 300 se dirigían hacia la carretera M5. Un corresponsal en la zona explicó que parte de los refugiados corrieron hacia un cercano campo, mientras que la policía los perseguía para llevarlos de nuevo al centro de acogida.