Las fuerzas de seguridad palestinas hicieron uso de sus armas de fuego para dispersar a los manifestantes mediante disparos al aire, mientras una unidad de bomberos intentaba contener las llamas
Cientos de jóvenes palestinos incendiaron la madrugada de ayer el lugar donde supuestamente descansan los restos mortales del patriarca bíblico José en la localidad cisjordana de Nablus, y que visitan habitualmente peregrinos judíos, aunque no ha habido víctimas que lamentar, informaron altos responsables israelíes tras recibir confirmación del suceso de funcionarios palestinos.
Los asaltantes irrumpieron en el recinto armados con cócteles molotov que arrojaron contra algunos de los edificios que descansan sobre la tumba del patriarca, en particular el reservado para la oración de las mujeres.
Las fuerzas de seguridad palestinas se han visto obligadas a hacer uso de sus armas de fuego para dispersar a los manifestantes mediante disparos al aire, mientras una unidad de bomberos intentaba contener las llamas, según lo descrito por el coordinador de Actividades del Gobierno Israelí en los Territorios (Palestinos), el general Yoav Mordechai, así como el general de brigada David Menachem, director de la Administración Civil de Israel.
El templo descansa a los pies del Monte Gerizim de Nablús y cerca del campo de refugiados de Balata.
Como ha venido realizando cada semana del último mes, el movimiento islamista palestino Hamás declaró ayer, como viernes de la ira en protesta contra Israel y en el marco de violencia desatada en la región. Al cierre de esta edición se esperaban enfrentamientos en diferentes puntos de Cisjordania: Ramala, Belén, Nablús y Hebrón, así como en Jerusalén Este, tras las oraciones de mediodía.