China preocupada por la crisis de Corea del Norte

A evitar que afecte el Congreso del Partido Comunista
    •    El futuro político del principal aliado de Xi Jinping, Wang Qishan, se convierte en la gran incógnita de la cita


Durante los últimos meses, Pyongyang ha realizado sus ensayos de misiles y su última prueba nuclear en fechas próximas a eventos de enorme significación para Pekín, como la reciente reunión de países emergentes (BRICS), cuya relevancia mediática se vio ocultada por la sexta explosión atómica norcoreana
El futuro político del llamado zar anticorrupción de China, Wang Qishan, el principal aliado del mandatario Xi Jinping se ha convertido en la principal clave del inminente congreso del Partido Comunista (PCCh), que Pekín intenta que no se vea eclipsado por la escalada de tensión que sufre la Península de Corea.
La élite política china se reunirá a partir del próximo día 18 para elegir a los 24 miembros del nuevo Politburó del PCC y los 7 personajes del llamado Comité Permanente, el verdadero epicentro del poder chino.
Un nuevo dolor de cabeza ante una cita crucial. El martes, otros dos bombarderos B-1B de EU, con capacidad nuclear, realizaron prácticas de lanzamiento de misiles en las proximidades de Corea del Norte en una nueva demostración de fuerza, que supera incluso el simbolismo de la que se registró el pasado 23 de septiembre.
En esa fecha dos aviones estadounidenses del mismo tipo se acercaron al territorio norcoreano en una acción que Washington intentó presentar como un “hito” en lo que va de siglo, “subrayando la seriedad con la que tomamos el comportamiento imprudente” de Corea del Norte, en palabras de un portavoz del Pentágono.
“Con estas maniobras la fuerza aérea de Corea del Sur y de EU han demostrado la determinación y la capacidad para responder a las amenazas nucleares y a los misiles de Corea del Norte”, explicó el alto mando surcoreano en un comunicado. Dos cazas de Seúl escoltaron a la pareja de aeroplanos norteamericanos procedentes de la isla de Guam.
Seúl y Washington ya han anunciado que planean organizar unas enésimas maniobras navales durante el presente mes en las que participará uno de los portaaviones norteamericanos, un despliegue que casi siempre lleva acarreado un repunte de dialéctica procedente de Pyongyang.
Como escribía Anthony Miller, un experto en China, en la publicación especializada The Diplomat, esta espiral “es un dolor de cabeza añadido” para Xi Jinping ante “una cita crucial en la que el líder chino intentará reforzar su control del PCC”. “La presente crisis en el mejor de los casos es una distracción para Xi, pero tiene el potencial de ser algo mucho peor, una vergüenza en un momento muy inoportuno”, añadió Miller.

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