China obstinada en demostrar quien manda en el mundo

NÚMEROS CLAROS

La historia de este lunes inició muy temprano, a media noche del domingo todo estaba tranquilo en Asia, no había noticias alarmantes, la agencia SCMPde Hong Kong, que suelo revisar antes de dormir no hablaba de nada extraordinario en los mercados asiáticos; pero horas más tarde, de madrugada en México, la caída del 8.75% en el mercado de valores de China, la mayor caída en ocho años, provocó la estampida de los inversionistas en el mundo.

 

Este lunes China asestó un golpe de gracia a una economía que aún no sale de la crisis iniciada en 2008. A nivel global, este primer día de la semana ha sido calificado como el “Lunes Negro” para los mercados financieros del planeta. Todas las bolsas cerraron en números rojos; mientras los mercados asiáticos se desplomaban con los números negativos de China, horas más tarde los europeos seguían el mismo camino y esa misma incertidumbre por el futuro de la economía china pasaba al continente americano; en una especie de cascada de fichas de domino donde al final el mejor termómetro del estado en que se encuentra la economía capitalista hoy, la bolsa de valores, optaba por el color rojo, indicando que las cosas no estaban bien en los mercados.

            Lo absurdo, la empresa CNN habló del inicio de una nueva crisis, cuando la actual la iniciada en 2008 aún no ha sido superada, de lo contrario la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) y el Banco Central Europeo (BCE) hace tiempo habrían subido sus tasas de interés, las cuales aún se ubican por debajo de 0.7%.

            Definitivamente no estamos frente a una nueva crisis, sino bajo las diversas expresiones de una economía mundial enferma que requiere una cirugía mayor, de acuerdos internacionales para definir un nuevo orden económico mundial, basado en la concertación y no en la actuación unilateral de los gobiernos, como lo hemos visto en la apreciación del yuan y seguramente con el aumento de los tipos de interés por parte de la FED. Lo cual, sin concertación, será echar más leña al fuego para avivar la crisis actual, iniciada en 2008.

            La especulación, la carencia de regulación de los mercados financieros, la falta de transparencia de los bancos, los paraísos fiscales, entre otros problemas que dieron origen a la crisis actual, están ahí en el planeta sin resolver, pese a las cumbres del Grupo de los 20 (G20), convocadas expresamente para poner fin a los desequilibrios de los mercados.

            No sólo las bolsas de Asia cerraron en números rojos este lunes,donde el índice japonés más representativo de esa región, el NIKKEI 225, se contrajo en -4,61%, todas las bolsas se vistieron de rojo. De tal suerte que los europeos despertaban al Hemisferio Occidental esta mañana con alarma, como si se tratara de un tsunami. Al final las bolsas europeas cerraron con perdidas: IBEX 35 con -5.01%; BEL 20 con -4.99%; DAX con -4.70%; CAC 40 con -5.35%; FTSE 100 con -4.67%; PSI 20 con -5.80%; EURO STOXX 50 con -5.35%; ECO10 -5.44%; FTSE MIB INDEX con -5.96%.

            Y el Hemisferio Occidental no podía ser la excepción. En México el IPC calló en 692.35 puntos, perdiendo 1.64%; en los Estados Unidos elDOW JONES se contrajo en -3.57%; el NASDAQ 100en -3.78%; el SP500 en -3.94% y el índice tecnológico, el NASDAQ COMPOSITE, cayó en -3.82%. A este derrumbe, le siguieron las bolsas en Latinoamérica, cuyos índices también se fueron al desfiladero; así el índice BOVESPA en Sao Paulo se contrajo en -3.03%; Merval de Argentina en -6.31%; el IPSA de Chile en -2.78%; en Lima, el INDICE GENERAL, se redujo en -4.33% y en Colombia el IGBC tuvo una ligera caída de -0.21%.

            De este modo, luego que China fuera en estos años de crisis la locomotora, y grúa, que guiara al mundo capitalista hacia la salida del túnel de la crisis, este lunes a desconfianza de los inversionistas en el futuro de su economía ha hundido a todos los países, cuestionando la recuperación mundial.

            Los inversores ha capitulado ante el riesgo de un menor crecimiento mundial, todos quieren su dinero a salvo; sobre todo de países como México que no ofrece garantías a sus inversiones, donde la inversión extranjera se ha venido reduciendo paulatinamente en los últimos años, pese a las apreciaciones del Senador David Penchina, la mejor expresión de ello es la depreciación del peso, que finalmente y pese a las intervenciones del Banco de México, ha llegado hoy a su paridad de mercado respecto al dólar, después de años de sobrevaluación y perdida de competitividad de las exportaciones nacionales.

            Ha sido el “Lunes Negro” en las bolsas mundiales, pero no sabemos qué más nos aguarde el futuro, donde el desplome de los precios de las materias primas, entre ellas el petróleo, podría producir más casos como el de Grecia ¿O acaso la economía mexicana está blindada para no pagar los errores de su nuevo proceso de endeudamiento?

            La historia de este lunes inició muy temprano, a media noche del domingo todo estaba tranquilo en Asia, no había noticias alarmantes, la agencia SCMPde Hong Kong, que suelo revisar antes de dormir no hablaba de nada extraordinario en los mercados asiáticos; pero horas más tarde, de madrugada en México, la caída del 8.75% en el mercado de valores de China, la mayor caída en ocho años, provocó la estampida de los inversionistas en el mundo. El Índice 300 CSI, echó por tierra todas las ganancias acumuladas en el año, de acuerdo a los reportes.

            No es nada extraordinario, se trata de la mejor expresión de lo que pasa en los mercados del mundo capitalista actual, especulación y miedo, adversidad al riesgo. El pánico por el futuro de la economía china se trasladó rápidamente a Europa y de ahí a América.Una empresa como Facebook, cuyas acciones se desplomaron en un 15%, al final terminó perdiendo 35 mil millones de dólares.

            La especulación que detonó la crisis de 2008 está suelta y sin control. Los mercados se preocuparon demasiado por la suerte de la economía china, por su desaceleración económica, pese a que la reciente devaluación del yuan estuvo pensada como un instrumento para evitarlo, para que se incrementara la demanda de manufacturas chinas y el crecimiento de la economía pudiera seguir.

            Parece que, en medio de las vacaciones, todos los hombres de negocios se concentraron en Grecia y se olvidaron de monitorear a China, por lo que esta caída de su bolsa los ha tomado por sorpresa y los especuladores se aprovecharon para desatar el pavor por el futuro y el riesgo. Pese a que el gobierno chino ha dicho que crecerán el 7% este año y tienen todo bajo control.

            China es hoy el centro del mundo capitalista, el principal acreedor de los Estados Unidos, el país que hasta hoy tienen enormes reservas de divisas que todos los países quieren ver invertidas en sus economías. China controla un 15% de toda la economía del planeta, es el principal consumidor de materias primas y país que posee la población más numerosa del globo terráqueo, y por lo tanto la mayor demanda de todo tipo de materias primas.

            Pero China no es el mundo, es sólo una parte de la población del planeta y de los países que lo conforman. Por ello, es importante que las decisiones sobre política económica y monetaria en el mundo, pasen por la concertación con China y no se decida unilateralmente.

            Por ahora, pese al “Lunes Negro”, muchos países se están beneficiando de las tasas de interés casi en cero puntos de Estados Unidos y Europa, de los precios del petróleo a la baja, al igual que los de otras materias primas, de un dólar fuerte que estimula las exportaciones; pero es preciso que los gobiernos comiencen a rediseñar la economía mundial de manera colegiada, de manera coordinada, sin excluir a ningún país. De lo contrario, la crisis iniciada en 2008 se podrá agudizar, con el surgimiento de nuevos fenómenos como el de la crisis de la deuda soberana en los países desarrollados.

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