Pekín.- El Gobierno de China, la nación más poblada del mundo, permite a partir de ayer a todas las parejas del país tener dos niños y pone con ello fin a 35 años de política del hijo único, con el objetivo de frenar un envejecimiento demográfico que amenazaba con paralizar el desarrollo del país.
Una enmienda a la ley de planificación familiar, aprobada el 27 de diciembre y que extiende a todos los matrimonios un permiso para tener dos vástagos que ya tenían algunos, entró en vigor con la llegada de 2016, apenas dos meses después de que el 29 de octubre se anunciara este cambio en un plenario del Partido Comunista de China.
El cambio de política demográfica puede tener consecuencias inmensas en una sociedad donde muchos chinos nacidos desde los años 80 no tienen hermanos, especialmente en zonas urbanas (en familias rurales siempre se permitió tener un segundo vástago si el primero era niña), aunque los expertos chinos son cautos en sus previsiones.
“A finales de este año y principios de 2017 comenzarán a verse los primeros cambios, evidentemente va a aumentar el número de bebés, pero no tanto”, aseguró el experto Lu Jiehua, del Instituto de Estudios de la Población.
Los futuros padres que se verán beneficiados por la política, precisamente los de la generación del hijo único, “se lo piensan mucho actualmente a la hora de crear una familia, porque es un coste muy grande”, subraya el experto sobre un país donde la educación y la sanidad no son gratuitos ni tampoco baratos.
“Entre 2017 y 2019 puede haber un mayor número de nacimientos, pero en cinco años se va a regresar al nivel de ahora, por lo que a partir de 2020 habrá que ver si se amplía la política”, vaticinó Lu, en alusión a que quizá entonces se permita ya tener tres o más hijos.