China apoya a Francia para hacer de la COP21 un éxito

NÚMEROS CLAROS

El tema del medio ambiente ha sido históricamente un enfrentamiento permanente entre el norte y el sur, entre los países ricos que desean seguir explotando los recursos naturales de los países del sur, sin asumir los costos ni las consecuencias por sus políticas depredadoras de los recursos naturales.

 

Tormentas de nieve, huracanes, lluvias torrenciales, deslaves y derrumbes, temblores de tierra, mutación genética de miles de animales y plantas en el mundo, migración de animales y humanos, entre otros, son éstos algunos de los problemas que están provocando la contaminación ambiental y el calentamiento global. El planeta se deteriora y todo parece indicar que quienes gobiernan, no harán nada para contener su lenta destrucción.

            Estamos a sólo un mes de que se inicie en París, Francia, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21/CMP11), llamada “París 2015”, la cual se realizará del 30 de noviembre al 11 de diciembre próximos; en la cual se discutirá el futuro de la humanidad, el futuro del planeta Tierra y la vida en él.

            El tema del medio ambiente ha sido históricamente un enfrentamiento permanente entre el norte y el sur, entre los países ricos que desean seguir explotando los recursos naturales de los países del sur, sin asumir los costos ni las consecuencias por sus políticas depredadoras de los recursos naturales. En 2009, en la Cumbre de Copenhague, Dinamarca, los países industrializados se habían comprometido a otorgar US$100 mil millones por año a partir de 2020 y crear un Fondo Verde con una parte de ellos, tema que aún está en las discusiones después de seis años.

            Por otro lado, los países industrializados se habían propuesto reducir al menos en 20% las emisiones de carbono para el año 2020; sin embargo, los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático han venido insistiendo en que hay que hacerlo dentro de un rango mayor, de al menos entre el 25% y el 40%. Por lo que los países en desarrollo siguen reclamando a los países ricos del norte, que asuman sus compromisos financieros para hacer frente al cambio climático que han provocado con sus políticas de industrialización.

            Desde 2009, no ha sido fácil encontrar el equilibrio entre las demandas de los países en desarrollo del sur y los países industrializados del norte, que exigen que éstos últimos cumplan con los compromisos asumidos en 2009 en Copenhague, y consensuar una hoja de ruta a diciembre de 2015, para llegar a un acuerdo global vinculante, respecto a la reducción de las emisiones de contaminantes, aplicable a todos los países, cuando en este año en París se concrete el nuevo acuerdo que, por primera vez, sería firmado por todos los países, incluidos los Estados Unidos, Australia y China, para entrar en vigor en 2020, sustituyendo así al Protocolo de Kioto.

            La COP19 de Varsovia y la COP20 de Lima, en 2013 y 2014 respectivamente, se trató de avanzar lo más posible rumbo a Paris 2015, pero al final se ha puesto en evidencia la desconfianza que prevalece entre los países. En 2013, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) abandonaron la Cumbre, señalando que no se podía permitir que se siguiera estafando al mundo y afirmando que la Cumbre no aportaba nada al no llegar a acuerdos.

            Se trata de reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, con el apoyo de todos los países del planeta, para limitar el calentamiento global a 2°C, en comparación con la era preindustrial; lo que sería positivo, si consideramos que el aumento de la temperatura actual está en una trayectoria de aproximada de 4ºC.

            De aquí que después del fracaso de las últimas cumbres ambientales y del fin del Protocolo de Kioto, la pelota está en el campo de la política para darle la posibilidad de que nazca un nuevo acuerdo global sobre el clima en París. Pero a un mes de que de inicio la Conferencia de París, en Bonn, Alemania, las delegaciones de 195 países que se han dado cita para concluir el acuerdo preliminar sobre el clima, han llegado a elaborar un enorme borrador que seguramente trabará las discusiones.

            Quizá por esa razón el presidente francés, Francois Hollande, ha viajado a Pekín para buscar el apoyo del Xi Jinping, con el fin de garantizar llegar a acuerdos firmes, duraderos y vinculantes entre todos los países en la COP21 de París. Francois Hollande espera que su segunda visita de Estado a China dé un importante impulso para que la COP21 sea un éxito. De aquí que, apoyando la idea impulsada por Francia, Pekín ha expresado su apoyo a la creación de un acuerdo global que comprometa a todos los países al final de la conferencia del clima.

            Aunque la Unión Europea, los Estados Unidos y China ya han anunciado sus compromisos para reducir sus emisiones contaminantes, este encuentro realizado ayer lunes entre los presidentes de Francia y de China, constituye un estímulo para pensar que la COPO21 de París será el inicio del trabajo conjunto de todas las nacionales, para conservar el plantea y la vida en él. Por ahora Francia ha obtenido el compromiso de China para revisar cada cinco años los avances en la lucha contra el calentamiento global, y eso puede ser ya un éxito.

            Algo relevante del encuentro de ayer lunes en China, es que París y Pekín reafirmaron la importancia fundamental que tiene para lograr los objetivos de la lucha contra el calentamiento global, de movilizar los 100 mil millones de dólares anuales de aquí al 2020, a fin de ayudar a los países en desarrollo para lograr su transición ecológica.

            En este sentido, Francia manifestó su decisión de aumentar su apoyo financiero de 3 a 5 mil millones de euros al año; mientras que China, por su parte, aportará 20 mil millones de yuanes, unos 2.9 millones de euros, para la creación de un fondo de cooperación Sur-Sur sobre el clima, lo cual había anunciado el presidente chino durante su visita a los Estados Unidos; pero además, China ha anunciado la creación de un mercado nacional de carbono para 2017. Así que si todos los países se esfuerzan la COP21 podría marcar el inicio de la lucha del hombre por preservar su hogar.

Related posts