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Chile y la historia de un campeón

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HOMO POLITICUS

Chile se corona campeón de la Copa América 2016 y los amigos me inundan de WhatsApp y llamadas telefónicas, tanto para felicitarme como para entrar en las bromas y charadas, todos con afecto, lo que agradezco.
 
Se agolpan en mi mente mientras observo la final, infinidad de nombres de grandes jugadores chilenos, recuerdo a Carlos Caszely, Alberto Quintano, Fabián Estay, Ivo Basay, Marcelo Salas, Jorge Livingston, Carlos Reynoso, Jorge Aravena, Iván Zamorano; en fin, todos los que en el tintero fueron figuras en Chile.
 
Con mi hijo vivimos momentos de nerviosismo mientras el partido transcurre, no nos gusta el arbitraje y señalamos que pretende favorecer a Argentina cuando el árbitro expulsa a Marcelo Díaz; el partido transcurre y Chile durante 15 minutos juega con 10 hombres y aguanta ordenadamente el encuentro, el partido es cerrado y de poca calidad.
Transcurre el encuentro y llega a su fin, pasamos a tiempo extra, se nivelan las fuerzas y las jugadas en los arcos se suceden con poca claridad; Chile cambia de forma obligada a su estrella Alexis al que los defensas argentinos han “cosido a patadas”, con mi hijo nos da diarrea, lo lamentamos y todo está en vilo, afortunadamente el árbitro pita el final del tiempo suplementario.
Nos vamos a los penales, sabemos que Chile está cerca y todo es una cuestión mental, el equipo está preparado y ha crecido a lo largo de la Copa, pero nada está dicho. Tiran primero los divos, Vidal y Messi; se perfila el Rey Arturo y falla el penal ante el acierto de chiquito Romero; se perfila Messi y manda el balón a la tribuna, falla y se viene abajo y con él, el equipo argentino, Chile tiene la mesa puesta.
En el alarido de la tribuna se perfila en el último penal; el Gato Silva, no es un especialista en tiros de penal, está serio y su cara tensa, tira y vence a chiquito Romero, Chile bicampeón, Chile hace historia.
Mi hijo llora y yo lo abrazo, me dice: “Papá, lo logramos, te amo”, yo lo miro y contesto: “mi lindo, hoy Chile no duerme, hoy hicimos historia”.
El fútbol es una pasión donde los afectos se multiplican, se empalman en el calor de las selecciones que parecen “fundirse” en el amor a la patria y los recuerdos de lo que se ama de esa patria, la cual construimos en el trabajo cotidiano y a la cual amamos infinitamente más allá del deporte; sí Chile es campeón.