Chile celebró el día de ayer los 400 años del descubrimiento del Cabo de Hornos por parte de la expedición holandesa comandada por WillemSchouten y Jacob Le Maire, que en 1616 logró cruzar el promontorio que apadrina el duelo entre el Océano Pacífico y el Atlántico, los más extensos del planeta.
Cabo de Hornos es la lengua de tierra más meridional de la isla Hornos y del archipiélago de Tierra del Fuego, tradicionalmente considerado la cumbre del continente americano, aunque este honor corresponde a un islote situado a unos 100 kilómetros al suroeste del temido hito geográfico que ha marcado la historia de la náutica mundial.
Este remoto y enigmático lugar fue descubierto el 29 de enero de 1616 por los holandeses WillemCorneliszSchouten y Jacob Le Maire, miembros de la Compañía Austral, quienes bautizaron el peñón en honor a la ciudad portuaria holandesa que los vio zarpar.
Ellos fueron los líderes de una expedición de circunvalación de la Tierra que se adentró en los mares australes con una misión que solo fue comunicada a la tripulación en medio del Atlántico.