CINE DE MAÑANA

El popular comediante y experto en artes marciales Jackie Chan se ha adaptado a Hollywood, formando pareja con estrellas de todas clases entre las que cabe recordar al comediante negro Chris Rock, en Una pareja explosiva, y con Owen Wilson en Shangai Kid, tan exitosas que hasta merecieron secuelas.
En Una pareja dispareja de Renny Harlin, a cuya premier nos invitaron los buenos amigos de ZIMA, Chan hace pareja con Johnny Knoxville.
Para quienes no lo recuerden este personaje saltó a la fama en la serie televisiva Jackass, en la que se sometía a todo tipo de peligrosas pruebas, que casi siempre terminaban en espectaculares accidentes.
Chan es Benny un incorruptible policía, que ha quedado marcado por la supuesta muerte de su compañero. Antes de explotar por los aires, le ha encargado a su hija adolescente.
Durante nueve años lo ha hecho con esmero, buscando al Diablo, el responsable de la muerte de su amigo.
En su camino se atraviesa Conrad Watts (Johnny Knoxville), un simpático estafador, que ha presenciado accidentalmente un asesinato cometido por el Diablo.
Es buscado por la policía, porque se le acusa de haber estafado un millón de dólares a un casino, pero de lo que se trata es de hacerlo desaparecer.
El veterano realizador de Duro de matar filma una comedia a la vieja usanza, con Knoxville como el patiño perfecto objeto de todo tipo de golpes y pastelazos.
Skiptrace resulta pues una cinta que será del agrado de los fanáticos de Chan, pero que en realidad no hace sino repetir la receta de sus exitosas comedias anteriores.