CINE DE HOY

La filmografía del amigo de todos los niños, se puede dividir en dos grandes vertientes. En una personificaba a Chabelo, bien conocido y querido por todos, y en la otra a Javier López, un actor desconocido que buscaba abrirse paso.

Debutó en el cine al lado de Ramiro Gamboa en 1958 en una astracanada de Fernando Cortés titulada Viaje a la luna, siguiendo con sketches en Cinelandia y haciendo ver su suerte al mismísimo Cantinflas en El extra y a Capulina en Los reyes del volante.

Apareció como bailarín en Buenas noches año nuevo y como fotógrafo en Escuela para solteras de Miguel Zacarías.

Pero resultó evidente que el público lo prefería como el personaje que decía versitos, cantaba canciones y daba consejitos, y apareció al lado de los Polivoces en El aviso inoportuno y al de María Victoria en La criada bien criada, además de la astracanada de Ismael Rodríguez, con Basil Rathbone y John Carradine.

Tuvo su momento de gloria a principios de los setenta estelarizando junto con Pepito en Chabelo y Pepito detectives, Chabelo y Pepito contra los monstruos y La lámpara maravillosa.

Consolidado en televisión con En familia y La carabina de Ambrosio, se diversificó en el cine como Ciriaco en Los pepenadores de aca, salió en Hermelinda Linda II, en Macho que ladra no muerde y en La tumba de Matías.

En las últimos tiempos apareció como Mauro en Club eutanasia, como Don Jacinto en Cartas a Elena, como el gigantesco villano en El Crimen del Cácaro Gumaro, en Volando bajo como Bruno Sánchez y en la nueva versión del Complot mongol como jefe de policía.

Descanse en paz este polifacético actor.