CFE, el dolor de cabeza de siempre

NÚMEROS CLAROS

¿Qué se esconde en realidad detrás de los cobros abusivos de la CFE y la retórica del discurso del gobierno sobre las tarifas eléctricas? Resulta difícil de adivinas y mas de sobrellevar esta absurda política energética.

 

Recientemente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha comunicado a la Cámara de Diputados que no puede aumentar los apoyos a las tarifas eléctricas a ningún sector de la población, pues ello agravaría la situación financiera de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Por otro lado, la misma Secretaría ha señalado que a fin de ofrecer precios competitivos en materia de energía eléctrica y hacer frente a las pérdidas económicas, buscará unificar las tarifas eléctricas del servicio doméstico.

 

Sólo recordemos que al concluir en el bimestre de enero-marzo de 2013 el precio de la tarifa básica era de 0.761 pesos por el kilowatt-hora (kWh), el de la intermedia de 0.934 pesos y el de la excedentaria de 2.718. En tanto que en el mismo bimestre de 2014 las misma tarifas subieron a 0.795 pesos por kWh, 0.966 y 2.826, respectivamente, lo que implicó un incremento de 4.5%, 3.4% y 4% en cada una de las respectivas tarifas. Posteriormente, en el bimestre noviembre de 2014-enero de 2015, antes del anuncio de la reducción de las tarifas, éstas se fijaron en 0.825 la básica, 0.996 la intermedia y 2.917 la excedentaria, lo cual implicó un incremento de 8% en la básica, de 7% en la intermedia y excedentaria.

 

En el primer bimestre de 2015 se habló de una reducción de las tarifas en todos los medios, como un apoyo del gobierno a los hogares y empresas; de tal forma que las tarifas se fijaron en 0.809 la básica, 0.976, la intermedia y 2.859 la excedentaria; cómo resultado estas tarifas. Cómo se puede ver, ninguna de las nuevas tarifas fue menor que las aplicadas en el primer bimestre de 2014 y 2013. Con esta lógica el presidente Enrique Peña Nieto se vanagloriaba de haber reducido las tarifas en 1.94% la básica, 0.01% la intermedia y 0.03% la excedentaria; aunque en realidad aumentaron en 0.01 centavos las primeras dos tarifas y en 0.03 centavos la última.

 

En efecto, no ha habido hasta hoy un aumento en los precios de la tarifas que cobra la CFE; sin embargo, he ahí la aritmética de la tarifas, un juego de tontos para engañar a los ciudadanos y hacer llegar la retórica de un discurso que no tiene en cuenta los intereses de los ciudadanos sino el nuevo negocio de las empresas que suministrarían energía en un mercado abierto a la competencia.

 

A la vez, la supuesta reducción de la tarifas eléctricas ha sido compensado por los cobros indebidos a los hogares y la instalación de los nuevos medidores digitales que remplazan a los mecánicos, multiplicando el consumo de la energía en comparación con lo que registran los medidores de engranes-

 

He dado seguimiento a las manifestaciones de inconformidad en el país y éstas se siguen multiplicando a lo ancho y largo de su territorio. Por desgracia para los hogares que enfrentarán cada día más cobros abusivos de la CFE, las protestas siguen siendo aisladas en los municipios de los Estados y muchas de las familias no ven lo que hemos descrito arriba.

 

A la vez, me ha dado tiempo para investigar el consumo en una zona residencial de 24 casas, lo insólito e inexplicable es que una familia de dos miembros adultos, que han cambiado a LED todas la luminarias y equipos, por consejo de la Comisión de ahorro de energía, no sólo ha tenido que pagar más de 1800 pesos en un bimestre por su consumo, después que pagara sólo 250 pesos o menos; sino que el último bimestre (noviembre-diciembre de 2015), después que pagara de 622 a 674, quejándose por el exceso de la factura, en este último bimestre del año ha facturado un consumo inexplicable de 962 pesos, pese a no haber puesto ornatos de navidad ni usado calefacción, manteniendo las mismas medidas estrictas de control de su consumo de electricidad.

 

Vale la pena preguntarse ¿Qué hay en realidad detrás de la facturación por el consumo de electricidad en los hogares? ¿Cómo hogares de dos miembros pueden tener consumos tan diferenciados con uno que ha restringido al máximo el usos de la energía eléctrica?

 

En esa zona residencial de la que he hablado, mientras la familia que ha extremado sus medidas para el ahorro de energía y no puso ornatos navideños ni uso calefactores, y pese a que no estuvo los últimos 15 días de este último bimestre en su casa, se ha visto obligada a pagar una factura por 962 pesos, 288 pesos más que el último bimestre de 2015, en tanto que dos familias con los mismo miembros, que pusieron adornos navideños y no extreman medidas para el ahorro de energía, obtuvieron facturas por 291 y 269, respectivamente.

 

Aún más ¿Cómo hogares de entre 4 y 5 miembros, algunos viviendo en casas de planta baja y dos pisos, pueden pagar menos o ver reducido su consumo en el último bimestre, según mis registros, pese a poner luminarias alusivas a la navidad?. Esto es inexplicable, pero una familia de 4 miembros, que habita una casa de planta baja y dos pisos, en este bimestre redujo su factura de 463 pesos a 342 pesos; otra familia que ha vendido pagando facturas por 1807 pesos y 1771 pesos, en este último bimestre, con los mismos hábitos de consumo, ha facturado sólo 632 pesos.

 

En tanto, y esto puede ser una opción para muchos hogares, una familia ha dejado de pagar su factura desde hace más de una año, le quitaron su medidor y decidió conectarse directamente a la red, sin que por ello haya tenido que pagar sanción alguna, pues los mismos trabajadores de la CFE se declaran incompetentes para cortarle los cables del suministro ¿En qué país vivimos?

 

¿Qué se esconde en realidad detrás de los cobros abusivos de la CFE y la retórica del discurso del gobierno sobre las tarifas eléctricas? Resulta difícil de adivinas y mas de sobrellevar esta absurda política energética, pero todo parece indicar que se está preparando el camino para que entren las empresas privadas al sector y tengan clientes que hagan rentable sus operaciones. Todo indica que al final la CFE rentará la red de energía actual y cederá las fuentes de generación al sector privado; de tal modo que todas las inversiones hechas hasta hoy con los impuestos de los mexicanos en termoeléctricas, en hidroeléctricas y otras fuentes, habrán servidos para hacer nuevos ricos y comparar nuevas mansiones millonarias.

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