La Celebración de la Virgen de Guadalupe volvió a realizarse, por segundo año consecutivo, en pandemia. La Basílica de Santa María de Guadalupe “La Villita” de Pachuca abrió sus puertas a los feligreses, tratando de hacer respetar las medidas sanitarias y de nueva cuenta, no recibió peregrinaciones.

La más notoria diferencia respecto al año pasado, fue la valla que colocaron en el 2020 para tener un aforo más controlado ya que, en esta ocasión, el atrio estuvo lleno de pequeños comerciantes que; aseguró personal de la iglesia; se colocaron sin permiso alguno. 

Cientos de feligreses se reunieron en este recinto a agradecer, pedir y venerar a la “Morenita del Tepeyac”, pasando a misa o a persignarse frente al altar, con ramos de flores, imágenes cargando o veladoras en mano, acompañados de niños, niñas e incluso adultos, vestidos de indígenas.

El párroco de la iglesia, hizo un llamado a respetar las medidas y a no bajar la guardia “la pandemia no ha terminado y corremos el riesgo de confiarnos”, apuntó.