El Auditorio Nacional una vez más retumbó con su potente voz en el marco del Día de las Madres, en donde la cantante se lució y fue aplaudida de pie junto a invitados
Cuarenta y cinco años de trayectoria son los que han consagrado a Lupita D’Alessio y este aniversario era digno de un festejo. Por eso el Auditorio Nacional una vez más retumbó con su potente voz en el marco del Día de las Madres, en donde la cantante se lució y fue aplaudida de pie junto a invitados como Aída Cuevas, Napoleón o su hijo Ernesto D’Alessio.
La cortina roja que tapaba el escenario se deslizó hacia los lados y los músicos, acompañados de media orquesta sinfónica, tocaron algunos acordes de sus canciones más exitosas cercanas las 20:33 horas. Al fondo, los focos blancos sobre un fondo negro simulaban una noche estrellada y a los costados unas figuras de velas denotaban romanticismo, todo esto diseñado por ella misma.
En un vestido rojo, Lupita salió ante el júbilo de los presentes y mandó besos en señal de agradecimiento. Después de una vuelta, donde dejó el oleaje de su vestimenta volar, comenzó su repertorio al ritmo de “Punto y coma”, “Vieras cuantas ganas tengo” y hasta bailó con “Juro que nunca volveré”, donde se separó el micrófono para decir sus primeras mentadas como parte del tema y dirigidas a los hombres.
“¿Cuántas leonas hay aquí?”, preguntó antes de “Leona dormida”; de repente se acercaba a la mesita con un sillón al lado para tomar algunos tragos de gatorade, confesó era su bebida.
Así continuó con “La diferencia”, en donde estuvo acompañada por su primera invitada Aída Cuevas, quien salió vestida con su traje de charro.
“Esta noche es muy emocionante para mí, estoy agradecida con Dios y con ustedes”, expresó.
DESPUÉS DE UNA VUELTA, DONDE DEJÓ EL OLEAJE DE SU VESTIMENTA VOLAR, COMENZÓ SU REPERTORIO AL RITMO DE “PUNTO Y COMA”, “VIERAS CUÁNTAS GANAS TENGO” Y HASTA BAILÓ CON “JURO QUE NUNCA VOLVERÉ”, DONDE SE SEPARÓ EL MICRÓFONO PARA DECIR SUS PRIMERAS MENTADAS COMO PARTE DEL TEMA Y DIRIGIDAS A LOS HOMBRES