ÍCONO DEL ESTADO DE HIDALGO
Autoridades desconocen causas e inician averiguación; comerciantes afirman el daño tiene más de una semana
La tarde de ayer se dio a conocer que uno de los cristales que forman parte de el Reloj Monumental de Pachuca, con más de 100 años de historia, se encontraba roto y sin explicación alguna; lo que causó expectación entre la población local, al percibir daños en el ícono del estado de Hidalgo.
La versión oficial de los hechos es desconocida, pero el Ayuntamiento capitalino emitió un boletín oficial donde comentó que fue un reporte de la ciudadanía quien alertó sobre los hechos, mismos que fueron corroborados por el personal de la administración.
Agregó que de acuerdo con testigos, presuntamente una persona del sexo masculino realizó detonaciones con lo que parece ser un arma de diábolos, lo que ocasionó daños en cristales de dos de las caras del Reloj Monumental de Pachuca, sin que en ningún momento se haya puesto en riesgo la integridad de alguna persona.
En un recorrido que realizó el Diario Plaza Juárez por los alrededores de la Plaza Independencia, los comerciantes ahí instalados emitieron comentarios contradictorios respecto a la situación; algunos incluso afirmaron que el daño tiene más de una semana.
“No, eso ya estaba desde hace como una semana, es mas antes del grito ya estaba quebrado el cristal. Yo creo que fue por lo mismo de que como ha estado cerrado con el mismo calor y el frío se reventó el vidrio, pero ya tiene días así”.
“Desde como las 12 había gente tomando fotos, que vinieron a ver qué paso; pero sí desde hoy nosotros vimos que el vidrio ya estaba roto, pero la verdad así que viéramos quién fue o que le dispararan la verdad no”.
“No creo que haya alguien que se pueda andar paseando con un arma para dispararle, además ahí están las cámaras, se supone que para eso son, que las autoridades hagan su trabajo”.
“La verdad ni cuenta nos habíamos dado sino porqué han venido muchos a tomar fotos, pero nosotros ni en cuenta de que había un vidrio roto”
Ante los hechos, y sin comprobar ninguna de las hipótesis emitidas por los comerciantes y testigos de los hechos, el Ayuntamiento procedió a la denuncia de hechos con base a lo que atestiguan los ciudadanos, para determinar quién o quiénes pudieran estar involucrados.