Cataluña, el difícil camino de la independencia

 •    La violencia desatada el domingo pasado contra los independentista catalanes durante el referéndum, no hizo sino avivar el fuego del nacionalismo en el corazón de muchos ciudadanos


La globalización, la actual etapa del proceso de internacionalización de las economías nacionales, no ha hecho que los pueblos olviden sus raíces y reclamen su derecho a la independencia. Con la desintegración de Yugoslavia en 1991 surgieron nuevas nacionales (10 nuevos países), cuyos pueblos habían sido olvidados por la historia y el surgimiento del Estado Islámico (ISIS) en Oriente Medio ha puesto en la palestra de la historia al pueblo kurdo.

En tanto que en Europa, los aires del nacionalismo parecen reavivar el fuego de los pueblos. No sólo se trata de las salida del Reino Unido de la unión Europea con el Brexit, sino de los sentimientos de identidad nacional que hacen reclamar su derecho a la autodeterminación a escoceses, irlandeses, vascos y catalanes.

El terror parece recorrer Europa ahora. La Unión Europea ha volteado su espalda a la petición de los independentistas catalanes de mediar con Madrid en esta crisis de secesión de Cataluña, los europeos temen a que la consumación de la independencia de Cataluña sea el detonante para Escocia, Irlanda del Norte, el País Vasco y otros pueblos inmersos en cada unos de los países que hoy integran la Unión Europea reclamen su derecho a la independencia.

La violencia desatada el domingo pasado contra los independentista catalanes durante el referéndum, no hizo sino avivar el fuego del nacionalismo en el corazón de muchos ciudadanos. El empresario Josep Comas, resumía los hechos diciendo: “Conozco personas que se convirtieron en separatistas ese día” y junto a su colega Joan Carles Calbet está convencido que ahora no pueden volver atrás, diciendo: “votamos a favor de la independencia, Madrid respondió con bastonazos, la conversación ha terminado”.

Aunque han pasado ya muchas décadas, la forma de actual del Reino de España contra sus colonias y territorios conquistados por la fuerza en el pasado sigue siendo la misma. Perdió sus posesiones en América, Asia o África por la fuerza, las insurrecciones armadas y las huelgas terminaron echando a los soldados españoles y la corona españolo no tuvo más remedio que reconocer el derecho a la independencia de numerosos pueblos colonizados, los últimos Guinea Ecuatorial y el Sahara Occidental; pero ahora debe enfrentar las revueltas independentistas en su territorio, las de los catalanes y los vascos.

A la consulta popular del domingo pasado, declarada ilegal por el Reino de España le siguió una huelga general. Autopistas bloqueadas, trenes detenidos, puertos silenciosos y cortinas de hierro de los comercios cerradas, eventos deportivos pospuestos, escuelas y universidades cerradas, fue la respuesta el martes pasado a la violencia de Madrid desatada contra los catalanes el domingo.

Las protestas de los catalanes y los reclamos de independencia a Madrid, hicieron que el rey de España, Felipe VI, saliera de su mutismo para acusar a los líderes separatistas de Cataluña de estar al margen de la ley y la democracia, anunciando que el Estado español garantizaría el orden constitucional, a través de un discurso por televisión transmitido el martes por la noche, el cual fue respondido el miércoles a la misma hora por el líder de la Generalitat, Carles Puigdemont, reafirmando su derecho a la autodeterminación.

Sin embargo, el rey ha advertido a los catalanes con el uso de la fuerza para frenar sus aspiraciones, recurriendo al Artículo 155 de la Constitución, el cual valida la intervención del Estado español en Cataluña. Por lo pronto el jueves, el Tribunal Constitucional de España suspendió el pleno del parlamento regional catalán del próximo lunes para evitar que se declare unilateralmente la independencia de Cataluña.

El gobierno español parece estar decidido a intervenir en la Generalitat, a suspender su autonomía y pasar al control de sus finanzas, de sus fuerzas policiales y de la administración pública regional, poniendo fin a su autonomía y sueños de independencia, para pasar de nuevo a la dominación y quizá, como en el franquismo, a la prohibición de la lengua catalana y de sus tradiciones; fue así que colonizaron América, que prohibieron sus lenguas, sus religiones y enterraron sus monumentos y ciudades.

Mientras tanto, no sólo las bolsas de valores en Europa se han desplomado por la incertidumbre, sino que algunas empresas están considerando trasladar su sede de Barcelona a Madrid. La Bolsa de Madrid cayó un 3% en la sesión del miércoles por la tarde, preocupada por las acciones bancarias y la declaración unilateral de independencia. Los presidentes de los principales bancos con sede en Barcelona, de CaixaBank y Banco de Sabadell, en un comunicado de prensa han manifestado su preocupación por la incertidumbre. El jueves, el Banco Sabadell anunciaba que trasladaría su sede de Barcelona a Alicante, fuera de Cataluña.

Es difícil suponer que la independencia de Cataluña o del pueblo kurdo pueda obtenerse de manera pacífica mediante un referéndum y que los gobiernos no ofrezcan oposición para otorgarla. Las declaraciones de los gobiernos de Occidente, Estados Unidos, Alemania y Francia, en el sentido de apoyar la integridad de los territorios de Iraq, Siria y Turquía, muestran que han utilizado a los Peshmergas kurdos del Kurdistán iraquí y a las Unidades de Protección Popular (YPG) en Siria, integradas fundamentalmente por kurdos, como carne de cañón contra el  ISIS.

Mientras que el respaldo brindado al gobierno español ante la crisis independentista de Cataluña, muestran que las reglas de la democracia siempre serán útiles y respetadas mientras no afecten sus intereses. Democracia sí, parecen decir, pero con límites y a nuestra manera.

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