Elecciones presidenciales en EU 2016
- La favorita demócrata usó un servidor privado cuando era secretaria de Estado, borró la mitad de los mensajes y pudo comprometer información confidencial
“Siento que el caso de los emails haya confundido a la gente y haya suscitado preguntas, pero hay respuesta para todas las preguntas”, dijo el viernes Clinton a la cadena NBC. “Asumo la responsabilidad. No fue la mejor decisión”.
Washington.- A Hillary Clinton le gustaría hablar en la campaña de desigualdades, del cambio climático o de la protección sanitaria. No lo consigue. En cada entrevista y rueda de prensa debe explicarse sobre sus correos electrónicos. Cuando era secretaria de Estado usó una dirección privada, en vez de la oficial. El caso lastra a Clinton, favorita para la nominación del Partido Demócrata, según los sondeos. Decenas de miles de emails se han perdido. Informaciones confidenciales pueden haber quedado comprometidas. El Congreso y el FBI investigan.
Para los detractores de Hillary, se trata de un escándalo de primer orden, que sitúa a la exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado al nivel de Richard Nixon, el presidente que en 1974 dimitió por el Watergate. Para sus seguidores, es otro ejemplo de cómo la derecha de EU y los medios exageran errores menores para destruir a Clinton, en una campaña que empezó hace más de 20 años cuando su marido, Bill, era presidente.
Primer problema: usar una cuenta privada para el trabajo público. En EE UU, los correos del secretario de Estado —o del presidente— no pertenecen a estos cargos. Son documentos históricos: un bien público.
Segundo problema: borrar unilateralmente más de la mitad de correos —los que ella consideró privados— es una decisión que alimenta las sospechas, justas o injustas, de que Clinton oculta algo.
Y tercer problema: la posibilidad de que el servidor privado de Clinton fuese poco seguro y que la secretaria de Estado recibiese o enviase información clasificada, susceptible de ser pirateada.