Fernando Carrillo deberá cumplir una sentencia de un mes de arresto domiciliario, completar varias horas de servicio comunitario y pagar una cantidad no especificada de dinero por haber sido declarado culpable de acoso sexual contra una guardia de seguridad llamada Beline Castor.

Beline trabajaba en el edificio donde vive el actor y alegó que el actor le llegó a hacer comentarios impropios sobre su cuerpo, además de que en una ocasión sujetó su cara y la besó en la boca a la fuerza, acto que hizo que ella decidiera denunciarlo.

Los abogados de Castor señalan que Carrillo intentó tener una relación íntima con su cliente pero que nunca lo logró.

Fernando clama su inocencia y en su defensa dice que en Venezuela la gente se saluda con besos, así que Beline puede haber malinterpretado sus intenciones.