CAPTURA DE EXMANDATARIOS REVELAN “CLOACA DE CORRUPCIÓN”: IGLESIA

Consideró que la captura de Javier Duarte de Ochoa y de Tomás Yarrington, ambos ex gobernadores de Veracruz y Tamaulipas, respectivamente, “demuestra la cloaca de corrupción que somete a México, donde la impunidad es el principal ingrediente”

CIUDAD DE MÉXICO.- La Arquidiócesis de México, consideró a través del editorial publicado en el semanario religioso “Desde la Fe”, que la captura de Javier Duarte de Ochoa y de Tomás Yarrington, ambos ex gobernadores de Veracruz y Tamaulipas, respectivamente, “demuestra la cloaca de corrupción que somete a México, donde la impunidad es el principal ingrediente”.
En el texto se expresa que a pesar de que estos ex mandatarios se les “ensalzó como la nueva generación política del cambio contra el pasado autoritario, antidemocrático y de poder desmedido. Las refinadas formas de la política llevan detrás el grotesco manejo de la corrupción a modo, cuyo germen es la impunidad”, dando como resultado, entidades desfalcadas y en quiebra económica porque operaron gobernadores sin contrapeso alguno, “y quienes se atrevieron a denunciar, pagaron muy caro las consecuencias de sus actos”.
Bajo el título “Hediondez del poder”, la iglesia católica señala que los agravios cometidos por estos personajes se hicieron evidentes y que la opinión púbica conoce del patrimonio exorbitante que cebaron a los delincuentes, que además, contaron con cómplices corruptos para solapar negocios y proteger amigos.
“Los allegados se beneficiaron de cargos inexistentes, cuentas fantasmas, licitaciones o compensaciones a nombre del Estado, sin mayor explicación o transparencia. Después de la alternancia y fin del autoritarismo presidencial terminaron los pactos del poder, y los gobernadores encontraron el perfecto filón de oro para satisfacer voraces ambiciones sin responder a nadie y ejecutar el pago de favores”, dice el texto.
El artículo señala que la “corrupción y democracia son el binomio perfecto del empoderamiento de estos megalómanos”.
Agrega que durante el pasado proceso electoral federal de 2012 se mencionaba que, para el caso de una campaña para gobernador, la autoridad electoral habría puesto topes de campaña de entre 40 y 50 millones de pesos, sin embargo se necesita más que esa suma “para amarrar el cargo”.

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