Bajo las ardientes luces de las marquesinas de las casas de apuestas, Saúl “Canelo” Álvarez aparece de nueva cuenta con los números que presagian derrota.
Por tercera ocasión en su carrera, el mexicano no es favorito para el triunfo, un lugar tan desconocido que hasta ahora no ha podido salir de él.
Los casinos apuestan a que Gennady Golovkin tomará camino a casa con todos los cinturones. El kazajo se encuentra arriba en los momios -160 (tienes que apostar 160 dólares para ganar 100), casi con las mismas cifras con los que se cerró la ventanilla de apuestas en el primer capítulo de la confrontación con Álvarez.
Esa noche “Canelo” empató, un triunfo moral en su carrera, pero derrota para sus seguidores y confirmación para los expertos que cada que le colocan la etiqueta de underdog, aciertan.
En septiembre de 2015, contra Floyd Mayweather Jr —el primer gran reto del “Canelo”—, los apostadores determinaron que las condiciones defensivas y experiencia del estadounidense se impondrían, y no fallaron. El tapatío fue aleccionado y exhibido a lo largo de 12 rounds.
Cuando se anunció que Saúl y Gennady sostendrían una pelea de desempate por lo acontecido en septiembre de 2017, los sports books, colocaron a GGG en -190 y subestimaron al “Canelo” en +155 (ganas 155 apostando 100), cifras que se han estrechado debido a que el dinero empieza a ingresar a favor del jalisciense, quien tendrá al público en su favor en el T-Mobile Arena.
El mexicano subirá al ring 364 días después de su actuación contra el kazajo debido al doping positivo por clembuterol, que arrojó en febrero y que provocó la cancelación de la pelea del 5 de mayo. Ambos boxeadores perdieron decenas de millones de dólares.
Si bien son escasas las ocasiones en que Las Vegas no va con el tapatío, lo preocupante para él es que no ha podido callar a los que no creen que puede ganar cuando es el Lado B de las apuestas.
Golovkin no confía en los jueces
Por otro lado, cuando el sábado por la noche Gennady Golovkin suba al ring, lo hará pensando en ejecutar la estrategia que lo lleve a ejecutar un nocaut contra Canelo Álvarez y con ello enterrar cualquier decisión de los jueces.
El peleador kazajo desconfía de ellos y no es para menos, hace un año Adelaide Byrd lo vio perder 118-100, significa que lo vio abajo en 10 de 12 rounds, una tarjeta inexplicable para los expertos del boxeo, pero que provocó que Álvarez no se fuera casa con la mirada clavada en la lona.
La polémica decisión de la jueza, obligó a la Comisión Atlética de Nevada a traer a gente de otros estados. Glenn Feldman de Connecticut y Steve Weisfeld de New Jersey formarán la terna junto a Dave Moretti, el único que repetiré y quien le dio el triunfo 115-113 a Golovkin en el primer capítulo de esta rivalidad.
El equipo del kazajo denunció intereses comerciales y para sofocar las dudas, la Comisión aceptó que la pelea de este sábado, sea con jueces de fuera.
“Es una situación muy interesante para mí, cambiar a todos los jueces. Esto es mejor para el boxeo y creo que es mejor para los fanáticos. Aun así, no creo en eso al 100 por ciento”, declaró Golovkin.
Feldman y Weisfeld trabajaron en tres combates de Golovkin – Weisfeld le dio a Golovkin un triunfo 115-112 en la pelea cerrada contra Daniel Jacobs en 2017.