Calificadoras de Wall Street no pueden marcar el rumbo de México

Las estadísticas de crecimiento del PIB de los Estados Unidos para el cuarto trimestre, debían publicarse el miércoles pasado; sin embargo, los servicios gubernamentales, paralizados después de cinco semanas, todavía no han podido efectuar los calcularlos

No será la guerra contra los ladrones de gasolina ni el bloqueo de los trabajadores de la educación que bloquean las vías en el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán, los que reduzcan las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana en 2019.

El verdadero problema sigue siendo el estancamiento del crecimiento de la economía mundial; los dos principales destinos de más del 90% de más exportaciones mexicanas, los Estados Unidos y la Unión Europea, enfrentan un lento crecimiento de sus economías y, por lo tanto, de confirmarse las protecciones sobre su crecimiento en este año, verán reducida su demanda externa y la importación de productos y servicios.

Los datos publicados en esta semana, muestran que el crecimiento en la zona del euro se estancó en 0.2% en el cuarto trimestre de 2018, provocando una disminución considerablemente de un 1.8% a lo largo del año, gracias a que países como cómo Grecia no terminan de superar los efectos de la crisis de la deuda e Italia está entrando en una recesión, con una caída en el crecimiento de su PIB por segundo trimestre consecutivo; en tanto, el cierre del gobierno en los Estados Unidos pasará su factura al crecimiento de su economía

Las estadísticas de crecimiento del PIB de los Estados Unidos para el cuarto trimestre, debían publicarse el miércoles pasado; sin embargo, los servicios gubernamentales, paralizados después de cinco semanas, todavía no han podido efectuar los calcularlos. No obstante, las primeras estimaciones sobre el crecimiento en los Estados Unidos, indican que podría haber ido a la baja producto del enfrentamiento entre el presidente Donald Trump y el Congreso por los recursos que reclama para construir el muro fronterizo con México.

Sin duda alguna, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrentará la crítica permanente a sus políticas, los cuestionamientos a sus decisiones y a su visión del mundo, pero las calificadoras de Wall Street no deben dictar la política económica del gobierno de México. Hasta hoy, las calificadoras y los grados de inversión que otorgan a los países y a las empresas, sólo han servido de guía para orientar a algunos inversionistas.

Pero ¿En verdad todos guían sus decisiones a partir de ellas?, evidentemente no, siempre la mejor forma de evaluar el riesgo es observar los tipos de interés vigentes en los bancos centrales, los cuales por ahora siguen siendo dictados por la Reserva Federal de los Estados Unidos; pero por ahora la escasez de mano de obra y cerebros en los Estados Unidos para realizar los trabajos del gobierno, puede ser más preocupante que las opiniones de una calificadora sobre el nivel de inversión de PEMEX o de México.

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