Saben muy bien lo que es difuminar las fronteras musicales, pero conocen muy bien el drama de las geográficas desde su ciudad de residencia, Tucson
Desde que fundaran Calexico a mediados de los 90, John Convertino y Joey Burns no han hecho más que cruzar fronteras, tanto musicales como geográficas. Saben muy bien lo que es difuminar las fronteras musicales, pero conocen muy bien el drama de las geográficas desde su ciudad de residencia, Tucson, ubicada a tan solo 70 kilómetros de la frontera con México.
Desde allí, viven con preocupación la aparición en escena de Donald Trump, que se ha convertido en un serio candidato a ocupar la Casa Blanca con sus comentarios racistas y los ataques directos contra los inmigrantes. «Su ascenso significa que, a pesar de los avances de Obama con los matrimonios gays, las emisiones de carbono, las relaciones con Cuba y la reforma médica, a la sociedad estadounidense aún le queda un largo camino por recorrer», asegura Convertino, cuyo diagnóstico al respecto es bastante claro: «Las políticas de inmigración de Estados Unidos son viejas y anticuadas. Obama y otros políticos demócratas han estado luchando por la reforma migratoria, pero esta ha sido bloqueado sistemáticamente por los republicanos. Yo no tengo ningún problema con los inmigrantes, puesto que mis antepasados lo eran, como los de la mayoría de los estadounidenses. El problema en México es que la desigualdad de los ingresos en una población masivamente pobre que busca una manera de ganarse la vida y ayudar a sus familias. Es el mismo problema que existe en los Estados Unidos, aunque menos acuciado. Hay que entender que un mejor México significaría una frontera y unos Estados Unidos mejores. Por eso creo que habría que derribar la frontera y trabajar juntos para hacer a los dos países mejores», sentencia.