Una noche mientras Harry dormía,
escucho un ruido en la cocina,
así que sin dudarlo se levantó con todo y varita.
Al llegar una oscuridad surgió.
¡Oh no! Harry gritó,
es un horrible dementor,
entonces un patronus lanzó.
Demente tú estás, dijo la calaca
soy la muerte y he venido a verte.
Te llegó la hora, niño impertinente.
Por favor no me lleves, Potter suplicó.
Soy el elegido y de muchos su única opción.
Por ti he venido, la flaca se acercó.
Pues con esa capa tuya, es ahora nunca,
no pienso perseguirte hasta que sufra.
La capa de la invisibilidad, Harry Potter susurró.
Así es, la calaca enfureció.
Venga ya, Harry la miró.
Te propongo un trato y no es muy malo.
¿Cuál? La calaca sonrió.
Potter la miró y dijo, en tu honor,
cedo mi lugar para Voldemort.
Mi alma es limpia y pura,
pero la suya está fragmentada,
y así ya hay más ganancia.
Siete partes escuché,
dijo la calaca ausente.
Pero no sé, es un poco extraño ese narizón
Harry coincidió, pues tenía razón;
sin embargo negoció.
Pero más vale siete que una.
Más vale una que ninguna,
contraatacó la muerte.
Pero está bien, sin embargo promete,
no usar esa capa demente.
Y en siete lustros vengo a verte.
Lo juro, dijo Potter, sólo en días congelados,
sólo de vez en cuando.
Y así la muerte partió feliz,
Pues se llevaría al innombrable con todo y sin nariz.
