En su nivel más bajo en 17 años
La policía detuvo en marzo a menos de 17.000 ‘sin papeles’, lo que el Gobierno atribuye a la política de Trump
El número de inmigrantes indocumentados detenidos en EU tras cruzar la frontera con México se situó en marzo en su nivel más bajo en 17 años. El Gobierno de Trump lo atribuye a un efecto disuasorio por su política de mano dura contra la inmigración irregular, pero es pronto para determinar si el descenso es temporal o duradero.
El flujo de sin papeles suele crecer con la mejora del tiempo y es posible que las dramáticas travesías a EU se aceleraran antes de la toma de posesión de Trump.
La policía fronteriza estadounidense detuvo a menos de 17.000 indocumentados en marzo, anunció ayer el secretario de Seguridad Interior, John Kelly, en una comparecencia en un comité del Senado.
La cifra es ligeramente inferior a la de febrero (18.762) y afianza la tendencia a la baja durante cinco meses consecutivos. Los arrestos en marzo cayeron alrededor de 71% en relación con los del pasado diciembre (58.478), el último mes completo de presidencia de Barack Obama.
Kelly atribuyó el retroceso al “liderazgo en la Casa Blanca” y a las “muestras de éxito” de los decretos firmados por Trump. En sus primeros días en el Despacho Oval, el presidente autorizó un aumento del número de agentes fronterizos, facilitó la deportación de los 11 millones de indocumentados que se calcula hay en EU e inició los trámites para la construcción de un muro fronterizo con México.
“Hemos visto una increíble caída de inmigrantes desde Centroamérica, especialmente de familias con menores. Esto no durará a no ser que levantemos una barrera física, un muro”, dijo el secretario.
Hay 3.100 kilómetros de frontera entre EU y México. Unos 1.000 tienen tramos de valla, levantada tras la aprobación de una ley de 2006. Trump prevé completar con una barrera el resto de tramos.
La retórica anti inmigración fue el hilo conductor de la campaña electoral de Trump. Prometió levantar una barrera, que pagaría México, para frenar llegada de “drogas” y “violadores” desde el país vecino.
La realidad, sin embargo, es que en los últimos años han sido más los mexicanos que han salido de EU que los que han entrado. Y el grueso de la inmigración ha procedido de El Salvador, Guatemala y Honduras, acechados por el narcotráfico y la inestabilidad económica.