Se llamaba Daniel “N”, un jovencito que ya no volvió a su casa. Su cadáver fue localizado en las aguas del río Tula. De acuerdo a las autoridades presentaba huellas de tortura, sin que hasta ahora se hayan revelado las causas de su muerte.
Su familia dijo que el joven llevaba una vida sana, estaba por ingresar a la universidad y esperaba con ilusión ese momento. Había terminado su educación preparatoria.
Tras la aparición del cadáver, el alcalde, Pascual Charrez se reunió con personal de la Guardia Nacional, se presume que para revisar las rutas para la resolución del tema de la inseguridad que afecta a su municipio, que supera la veintena de muertos en este año.
Presumió la presunta coordinación que tiene con autoridades comunitarias, quienes sumarán a los trabajos de atender la seguridad del municipio.
En los últimos hechos violentos, por lo menos tres menores de edad han sido víctimas de la violencia. Uno fue colgado de un árbol junto al río Tula, otro fue privado de la vida cuando circulaba sobre la carretera Ixmiquilpan-El Cardonal.