CINE DE HOY
Durante el VI Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM), tuvimos la oportunidad de ver, Los herederos, el segundo largometraje del venezolano Jorge Hernández Aldana.
Decíamos que a diferencia de Los olvidados, el realizador se había dedicado a ver a las clases altas, a los llamados cachorros de la revolución, a esos juniors a los que el presidente José López Portillo calificó como “orgullo de su nepotismo”.
Por eso no resultó tan sorpresivo que se estrenara en la Cineteca Nacional, Los muertos, ópera prima de Santiago Mohar Volkow, sobre el mismo tema.
La cinta narra la historia de un grupo de jóvenes formado por Santiago (Santiago Corcuera), Ignacio (Ignacio Beteta) y Jorge Caballero, que se la pasan de fiesta en fiesta, abusando del sexo, el alcohol y las drogas.
Ninguno de ellos hace algo de provecho, sino que se la pasan renegando del país.
Se saben víctimas potenciales de la violencia que existe en el país, por su dinero.
Uno de ellos presume de que fue asaltado con sus familiares, cuando asistía a terapia, porque su hermano “se iba muy seguido con las bellas de noche”.
La escolta de otro es asesinado, y a uno más le roban el coche en una borrachera. Pero la verdadera tragedia los aguarda.
Mohar Volkow no denuncia el modo de vida de sus personajes, ni sus infidelidades y excesos, sino que se limita a registrar a ese grupo, seguramente sus amigos sin ninguna experiencia actoral.
Los muertos resulta pues un fiel retrato de unos parásitos, que son tan lamentables como los padres que los crearon.