Se especializan en vender pasteles y cupcakes de diferentes sabores, pero con el toque único que los caracteriza que es transmitir emociones en el diseño que imaginan los clientes.

Guadalupe Fraire Olivos fue quien tuvo la inquietud. En entrevista para Diario Plaza Juárez, comentó que no sabía cómo llevarlo a cabo y miraba y miraba videos en YouTube, para aprender todo acerca de pastelería y cupcakes, y esto no hubiera sido posible sin la ayuda de su mamá, Isela Olivo Gutiérrez, quien la animó a que lo hiciera. Fue como ambas emprendieron la aventura de su negocio.

Poco después se unió al proyecto su hermana “Wendy Fraire Olivos”, y juntas emprendieron un camino que no ha sido fácil desde 2011, ofreciendo a conocidos y en las calles su producto. Así es como se fueron dando a conocer lo que les permitió salir adelante con constancia y perseverancia.

Para su preparación se mezclan los ingredientes y se hornea el pan dependiendo del sabor que se haya elegido. Posteriormente se deja enfriar para crear el diseño con el fondant que es una pasta que se elabora con bombón y colorantes que se pueden manipular para realizar decoraciones muy creativas.

Los sabores tradicionales que más piden son: oreo, chocolate, nutella, limón relleno de curd, y algunos que han sido inventados como de froot loops, cereales, chicle y red belled, por mencionar algunos.

El fondant que se utiliza para la decoración es básico, y no sabe tan dulce lo que permite comer el diseño sin empalagarse.

Toda la familia participa cuando tiene pedidos grandes. Un ejemplo de tal hazaña ha sido la elaboración de 500 cupcakes. Además de pasteles.

Una de las anécdotas que recordaron con una gran sonrisa y complicidad, fue la de estar cansadas y tomar café para aguantar largas jornadas de trabajo, y mantenerse despiertas, el esposo de la señora Isela se encarga de recortar las divisiones de las cajas en las que ponen los cupcakes, “tenía mucho cansancio, y no se dio cuenta de que cortó mal sus piezas”… no paraban de carcajearse cuando lo contaron.

Su sueño es que Bullscake cupcakes sea una empresa grande y que dé la oportunidad a jóvenes que puedan tener un ingreso y que compartan la pasión para hacer repostería con amor.

Anteriormente contaban con vendedores. Muchos de ellos eran estudiantes que con este ingreso han logrado terminar sus estudios.

Los estudiantes vendían en escuelas y lugares públicos.

Por ahora no cuentan con empleados, pero dan trabajo a personas que estén interesadas en vender.

Sus precios son muy accesibles:

Una charola de cupcakes cuesta $96.00 pesos.

Los pasteles varían su precio por el tamaño; un pequeño que alcanza para 4 o 5 personas y cuesta $120.00 pesos, para pedir uno deberá ser con una semana de anticipación.

Para cualquier pedido piden un anticipo del 50 %. Tienen la filosofía de sólo entregar calidad.

En la página de Facebook hacen dinámicas que son muy esperadas por sus clientes, como en fechas festivas.

Para el próximo Día de Muertos realizarán un concurso en el que se puede participar con una foto, en la que se manda a la página del mejor disfraz y le pondrán un logo oficial para poder concursar. El que obtenga más “Me gusta” en su foto será el ganador de un pastel. Al segundo lugar le darán 6 cupcakes con la temática de la fecha.

Las 24 horas del día reciben pedidos vía Facebook y WhatsApp con los siguientes números al 77-9102-4308 o bien al 55-8535-140. Para las entregas buscan puntos en los que se vea beneficiado el cliente y no le quede tan lejos en Tizayuca.