El paso atrás respecto a un acuerdo juzgado como el gran logro internacional de Barack Obama coloca a Bruselas en una situación paradójica. Las cinco potencias que junto con EU garantizan el pacto nuclear (Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China) arropan a Irán para preservar ese histórico entendimiento. Mientras, EU, aliado tradicional de Europa, queda en solitario al otro lado de la mesa
Desde la llegada al poder de Donald Trump, buena parte de la política exterior europea consiste en sortear los palos de ciego que da la Administración de EU. Tras el revés que supuso la retirada del acuerdo del clima, el cambio de rumbo de EU respecto a Irán asesta un nuevo golpe al eje Bruselas-Washington. “El acuerdo nuclear no está en manos de EU”, apostilló la alta representante para la Política Exterior europea, Federica Mogherini, poco después el anuncio estadounidense. El servicio diplomático europeo argumenta que Teherán “lo está cumpliendo al 100%” y avisa de que renegociarlo resulta imposible.
Europa queda como única potencia occidental que defiende los pactos multilaterales. Y eso obliga a sus líderes a ejercer una asertividad de la que nunca han andado sobrados. Mogherini se ha resistido a dar por muerto el pacto y ha recordado que ahora le corresponde al Congreso estadounidense pronunciarse. Los europeos intentarán convencer a esta cámara de que no apruebe sanciones como consecuencia del giro de Trump. Hay 60 días de margen para intentarlo, aunque los contactos para trasladar esa presión ya han comenzado, según relatan fuentes francesas. Los tres firmantes europeos del pacto (Alemania, Francia y Reino Unido) han apelado directamente al Gobierno y al Congreso de EE UU para que “consideren las implicaciones para su seguridad y la de sus aliados antes de dar ningún paso, como reimponer sanciones”, según un comunicado conjunto.
La paz nuclear con Irán garantiza desde 2015 que ese país no da pasos para desarrollar la bomba atómica. A cambio, la comunidad internacional ha levantado las sanciones que castigaban la proliferación nuclear.