El Ágora
El 31 de enero pasado fue el último día en que Reino Unido perteneció a la Unión Europea. Por fin, tres años y medio después del referéndum convocado por el entonces Primer Ministro David Cameron, se ha materializado el polémico “Brexit”, expresión que combina las palabras “Britain”, Bretaña y “exit”, salida.
La gran pregunta es, ¿y, ahora qué? Bien, pues al menos en términos inmediatos las cosas no cambiarán mucho, pues se ha establecido un lapso de once meses, es decir, lo que resta de 2020, para que el Gobierno Británico pueda organizarse internamente y para que, además, realice las gestiones y negociaciones conducentes con la Unión Europea (a la que siguen perteneciendo 27 países) en relación con diversos temas, especialmente aquellos de carácter migratorio y comercial.
Lo anterior implica que al menos durante este año, los ciudadanos de otros Estados Europeos que se encuentren en Reino Unido, ya sea estudiando o trabajando, podrán continuar haciéndolo con normalidad. Sin embargo, lo que sucederá después de ese periodo no está realmente claro.
Así, la durante mucho tiempo esperada formalización del Brexit, se convierte en un triunfo para la facción conservadora de la política británica, la cual ha celebrado con bombo y platillo lo que consideran la “recuperación del control” de sus asuntos internos. Debe recordarse que la aprobación del Brexit mediante el referendum de 2016, implicó una gran movilización política y mediática para azuzar los más recalcitrantes sentimientos de nacionalismo entre varios sectores de la población. Pura y dura retórica populista. De esta forma, quienes votaron por el “sí”, fueron principalmente los ciudadanos de edad avanzada, así como los habitantes del campo. En contraste, los más jóvenes y la gente de las grandes ciudades, habrían preferido permanecer en la Unión Europea.
Asimismo, de ese proceso tomó parte la infame empresa Cambridge Analytica, misma que ha sido sujeta a toda clase señalamientos éticos y legales. Dicha compañía prestó sus servicios para influir en los votantes y lograr que la opción del Brexit resultase ganadora, todo a partir del manejo y manipulación del Gran Data y las redes sociales. Cabe decir que esta empresa también estuvo involucrada, en mayor o menor medida, con la campaña del republicano Donald Trump.
El Brexit es un hito para los movimientos ultranacionalistas de derecha que se han reposicionado en las últimas décadas alrededor del mundo. Por ello y por la complejidad del proceso político y económico que implica el Brexit en sí, es importante estar atentos para conocer su consolidación y consecuencias. La intención, al parecer, es posicionar a Reino Unido como un líder global, lo que han llamado “Global Britain”.
“Cuando salgamos de la Unión Europea, habrá enormes oportunidades en todo el mundo. Y Reino Unido será una fuerza para el bien”, estas son palabras del Ministro de Exteriores, Dominic Raab, que reflejan la “nostalgia colonialista” que los gobiernos conservadores de Theresa May y actualmente Boris Johnson han impulsado para afrontar la incertidumbre post-Brexit.
Habrá que ver qué clase de negociaciones lograrán la Unión Europea y Reino Unido de cara a los siguientes meses. Por una parte, tendrán que considerar el pragmatismo orientado a permitir o facilitar la circulación de personas, mercancías, servicios y capitales. Pero por otro, es posible que la Unión Europea no quiera “premiar” tan pronto a Reino Unido con un acuerdo de libre comercio, puesto que después de todo, nadie les obligó a marcharse.
Twitter: @GerardoVela
