Tras superar varias crisis personales y adicciones, Brad Pitt vuelve a demostrar por qué es una de las mayores estrellas de Hollywood. Con lo último de Tarantino aún en cartelera, esta semana estrena “Ad Astra: hacia las estrellas”, una odisea espacial de James Gray que cuestiona los valores asociados a la masculinidad.
“Crecimos con esta idea de la masculinidad que consiste en ser fuerte, no mostrar debilidad, que no te falten al respeto… pero esa idea es una cárcel que te impide aprender de tus pasos en falso, de tus zonas más frágiles, es una barrera que te impide abrirte a los que amas”, señala el histrión.
En “Ad Astra” interpreta a un astronauta que viaja a los confines del sistema solar para buscar a su padre (Tommy Lee Jones), que lleva años desaparecido en el espacio exterior en una misión que está poniendo en peligro a toda la especie humana.
Pitt es también el productor del filme, una faceta que lleva desarrollando más de una década y con la que ha conseguido incluso más reconocimientos que como intérprete: “12 años esclavo” (2013) y “Moonlight” (2016), producidas por su compañía Plan B, se llevaron el Oscar a Mejor película.
Pero mientras que el espacio luce abierto a las posibilidades, Pitt reconoce que es el cine el que se ha vuelto más y más complicado.
Dato: Pitt es también el productor del filme, una faceta que lleva desarrollando más de una década