El ultraderechista carioca inaugura su gobierno
• Cambia de opinión en pocos días sobre asuntos relevantes como la alianza Boeing-Embraer o la instalación de una base de EU en territorio nacional
El estreno también dejó al descubierto las disensiones en su Gabinete, donde conviven mandos militares, un economista ultraliberal, miembros del universo ultraconservador y del antiglobalista con varios ministros de perfil más clásico. Liderados por un presidente que ganó las elecciones con holgura sin dar casi mítines, entrevistas o participar en debates con otros candidatos
La realidad le ha pegado un puñetazo a Jair Bolsonaro en sus primeros diez días como presidente de Brasil. Ha cambiado de opinión, se ha retractado o ha sido desmentido por subalternos en varios asuntos de calado como la alianza entre Boeing y la brasileña Embraer (que puso en duda y luego bendijo), la instalación de una base militar de EU (que vio posible para disgusto de los militares) o una reforma impositiva (que no era tal).
El arranque de Bolsonaro ha sido dubitativo, lejos del tono de certeza que impregnó su exitosa campaña electoral de trazo grueso.
Bolsonaro se ha estrenado al estilo Trump, con un puñado de decretos del agrado de su base más ideológica aderezados por un torrente de tuits para ensalzar sus decisiones y atacar a sus críticos.
El ultraderechista tiene una larga carrera política. Pero en sus 28 años en el Congreso solo logró convertir en leyes dos de sus iniciativas. Y carece de experiencia como gestor, algo que ha quedado en evidencia ahora que está al frente del gigante brasileño (209 millones de habitantes con un PIB de casi 2 billones de euros).
Nada más asumir el cargo, Bolsonaro expresó sus dudas respecto al proyecto de alianza entre las aeronáuticas Boeing y Embraer, en gestación hace un año largo. Las acciones de la brasileña se desplomaron.
Para el jueves los reparos presidenciales se habían disipado; dio el visto bueno a que el gigante estadounidense compre el 80% de la división comercial de Embraer, la más lucrativa. Eso sí, el acuerdo incluye una novedad. Boeing garantiza “mantener los empleos existentes en Brasil”. Un compromiso a la medida del lema “Brasil por encima de todo” con el que llegó al poder. La empresa brasileña ha aumentado un 5% en Bolsa.