Bolivia, un país cuya literatura ha pasado tradicionalmente de puntillas por el continente, emergió ayer con la escritora MagelaBaudoin, quien ganó la segunda edición del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez y reivindicó a los escritores de su país para sacarlos del olvido.
“(El premio) significa muchas cosas, es muy importante en lo personal y más desde mi país”, señaló Baudoin en una rueda de prensa tras recibir el galardón, creado por iniciativa del Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia con el apoyo del nobel colombiano.
La escritora subrayó que en Bolivia hay muy buenos escritores y “se están dando modos de darse a conocer”. Entre esos autores, quiso resaltar a Giovanna Rivero como “la escritora más potente y singular en este momento” en su país.
Baudoin fue reconocida con el premio García Márquez de cuento por su libro “La composición de la sal”, una obra que describe un “complejo universo” con una “elegante coherencia” en su conjunto que en cada uno de sus cuentos “explora un episodio hasta el límite”, según el jurado.
Cuestionada por ese universo, la escritora boliviana afirmó que a ella le gustan “los espacios pequeños, los espacios fronterizos y marginales” que inspiran sus obras.
“Pienso que la gran literatura no está escondida sino puesta en el piso en una esquinera como un detalle y eso es lo que busco: tratar de encontrar esos pequeños detalles que condensen tiempos, espacios, historias, conflictos y sociedades”, subrayó.
Asimismo, Baudoin dijo que “la memoria es un lugar muy importante como espacio creativo” y afirmó que suele comenzar su trabajo con una foto en la memoria “y luego, como en el negativo, se va diluyendo la frontera de la realidad y la va mostrando desmesurada”.