(EFE).- El Gobierno boliviano convocó ayer a gobernadores, alcaldes y representantes de las jurisdicciones indígenas a una mesa técnica sobre el censo, por el que Santa Cruz, motor económico de Bolivia, completa siete días en paro para que la encuesta se haga en 2023 y no en 2024 como proyectó el Ejecutivo.

El encuentro, que se realizará en la ciudad central de Cochabamba, es el segundo que juntará al Gobierno y a representantes de Santa Cruz, junto a otros líderes, desde que esta región inició la huelga indefinida el pasado sábado.

El líder opositor y gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ya ha descartado su participación aunque sí estará presente una comisión a la cabeza del presidente del Comité Impulsor del Censo 2023, Vicente Cuéllar.

El Gobierno ha confirmado la asistencia de ocho gobernadores, los alcaldes de los más de 300 municipios de Bolivia que incluyen a las diez ciudades más grandes del país, así como representantes de las entidades territoriales indígenas.

La huelga indefinida que impulsan los sectores cívicos cruceños ha logrado paralizar las actividades en esa región y ante ello los sectores afines al oficialismo ejercen un “cerco”, a modo de un bloqueo contra el paro, que ha cortado el abastecimiento de combustibles.