Los días de Ben Affleck antes de ser internado en un centro de rehabilitación por su adicción al alcohol, fueron un círculo vicioso de regreso a sus peores demonios, donde no encontró más compañía que la bebida. “Ben estuvo bebiendo solo por días. Estaba en mal estado, apenas había comido y no se había duchado”, aseguró una fuente, que también contó que no fue difícil convencerlo de internarse nuevamente para combatir su adicción. “Él quería ir, necesitaba ayuda y cooperó”, agregó.
Los últimos meses del actor y productor fueron muy duros y estuvo tratando de lidiar con su adicción yendo a reuniones y hablando con un coach de sobriedad, aunque finalmente cedió a la tentación. Públicamente se notó que algo no iba bien en su vida cuando los paparazzi lo captaron saliendo de un club nocturno, en compañía de una joven modelo de Playboy y con el rostro desencajado, para después recibir un paquete de alcohol en su mansión en Los Ángeles.
Fue su ex mujer, Jennifer Garner , la encargada de sacarlo de ese infierno en el que estaba viviendo y conseguir la promesa del protagonista de ‘Batman’, de que iba a salir de allí para ir directo a una clínica a lidiar con sus demonios. Garner y Affleck, que esta semana se divorciaron oficialmente después de varias idas y vueltas, mantienen una muy buena relación y ella ha sido su fiel compañera cuando él la ha necesitado. Por el bien de los tres hijos que tuvieron, ella se ha mostrado siempre dispuesta a ayudarlo para que salga adelante y esta vez no fue la excepción.
