Bélgica remachó una actuación redonda con un 2-0 sobre Inglaterra para conseguir el tercer lugar de la Copa del Mundo Rusia 2018.
Un gol en cada tiempo y dominio indiscutible del partido fue la fórmula de los “Diablos Rojos” que se embolsaron 24 millones de dólares, el premio otorgado por FIFA al ganador de un juego históricamente denostado por enfrentar a dos semifinalistas perdedores. Eso a Bélgica pareció no afectarle y desde el inicio impuso condiciones a una Inglaterra visiblemente desmotiva. Apenas al minuto 4 Thomas Meunier abrió el marcador al rematar un centro por izquierda de Chadli que dejó sin oportunidad al arquero Jordan Pickford, el héroe inglés de anteriores batallas. Todo ese primer lapso fue de Bélgica, que no amplió la ventaja por errores en la definición de sus hombres. Inglaterra tuvo el empate al minuto 70 en un mano a mano de Eric Dier con el portero Thibaut Courtois, a quien superó con un “sombrerito” pero sobre la línea de meta Alderweireld rechazó el esférico. Esa fue la única llegada de peligro de los ingleses en todo el encuentro. Al 83, Hazard selló una descolgada por el centro para el 2-0 definitivo frente a un Pickford indefenso. Simple justicia para un equipo que fue más sobre el terreno de juego.