- Fue erigido en 1864 en el corazón de París y se recordará como el escenario del peor ataque terrorista de la historia de Francia
París.- La sala Bataclan, un teatro con aire de pagoda china erigido en 1864 en el corazón de París, se recordará ya siempre como el escenario del peor ataque terrorista de la historia de Francia, cuando las ráfagas de balas silenciaron los acordes del rock californiano de Eagles of Death Metal.
A falta de un recuento definitivo, las víctimas mortales superan las 70 en un teatro con capacidad para 1.500 personas situado en el número 50 del bulevar Voltaire.
Por esa emblemática sala, rematada por una inmensa cúpula y ubicada a pocos pasos de la plaza de la República, donde los franceses se reunieron para gritar “Je Suis Charlie” tras los atentados yihadistas del pasado mes de enero al semanario satírico Charlie Hebdo, han pasado artistas de todo tipo.
Desde Lou Reed, John Cale, Alain Bashung, Téléphone, Prince a Buffalo Bill, en su reciente historia rockera, o Mercadier, Fragson, Aristide Bruant, Paul Delmet y Fursy muchas décadas antes, en un enclave en el que se han vendido entradas para ballets, operetas, espectáculos de variedades o representaciones cómicas durante más de un siglo. En 1932 se transformó en un cine y en 1952 se tuvo que adaptar su arquitectura a las exigencias de las grandes salas cinematográficas, limitando su aforo a 1.900 personas.
Bataclan dejó de ser un cine en 1969 y reabrió sus puertas de nuevo como sala de espectáculos en 1971, esta vez con una clara predilección por el rock, en una zona privilegiada para que los espectadores desembocaran en bares y terrazas después de los conciertos de cantantes como Jeff Buckley o grupos como Oasis. Un lugar alegre y desenfadado que se tiñó de tragedia y fanatismo cuando varios jóvenes entraron a cara descubierta con armas de asalto y “dispararon sobre la gente gritando: ‘Alá es el más grande”, relató un testigo.