Aunque en la Liga MX tratan de erradicar a las barras, éstas han mostrado mayor fortaleza que las estrategias de las autoridades para eliminarlas.

Ayer domingo en la final de vuelta entre Pachuca y Atlas en el estadio Hidalgo, más de 5 mil aficionados Rojinegros llenaron una de las cabeceras del inmueble.

Según las autoridades de la Liga MX, las barras visitantes no podrían ingresar a los estadios; sin embargo, los grupos de animación han burlado la seguridad en varias ocasiones.

Este domingo, en el estadio Hidalgo, era difícil identificar quién era parte de la Barra 51 en los accesos y adentro ya era imposible desintegrar a la gran masa Rojinegra.

En algunos partidos en el estadio Azteca, barras visitantes también ingresaron a las tribunas; misma situación que en el Victoria, en un encuentro entre Necaxa y Guadalajara.