HOMO POLITICUS
Deja de lloriquear, deja de quejarte, fue la respuesta de Obama a las quejumbres de Donald Trump ante sus acusaciones y lamentos de que la carrera presidencial está amafiada en favor de Hillary Clinton y, que, existen indicios de que se cometerá un fraude.
Es necesario analizar el contexto de las palabras de Trump impugnando un posible fraude.
El deterioro de la campaña de Trump es Trump con la boca abierta, no se debe al capital político de Hillary, que al igual que Trump es poco querida por los norteamericanos; Hillary es para el gringo común la menos peor, no la mejor candidata o candidato.
Trump coquetea y agrada a la élite de gringos conservadores y tienen eco en gringos blancos pobres, lo cual ha estrechado el margen a favor de Hillary.
Trump la caga al ser él mismo; es decir, al dejar al descubierto lo que todo mundo sabe, que es xenófobo, machista, misógino, racista, conservador, patán y todo lo que admiran muchos hombres, pero que ocultan por la censura social, cuestión que también genera empatías pero un rechazo del doble discurso. Dicho de otro modo, mucho del electorado masculino desearía ser Trump, pero no se atreve a serlo por la censura social y de sus mujeres.
Trump exaspera a las mujeres, las cuales no sólo por consciencia y conciencia, sino por el rol social de históricamente oprimidas “cierran filas”, para contrarrestar el discurso misógino de Trump, pero eso no significa que no tenga adeptas, todo lo contrario, las mujeres de la élite y de los sectores pobres ven su comportamiento como natural de la idiosincrasia masculina de los norteamericanos.
Para las mujeres gringas es preferible un mujeriego que un puto, un proveedor que un desempleado, un triunfador que un fracasado, un rico que un pobre, un chingón que un pendejo; Trump, es siempre lo primero, pese a que se le reconozca que es un asno y su brutalidad.
Ahora, Trump no está lejano a la verdad de que puede existir fraude en la próxima elección a la presidencia de Estados Unidos. En los hechos, Obama debería recordar el fraude de George W. Bush, que se fraguó en el Estado de Florida, donde el hermano de Bush era gobernador; por ello, Trump no está tan lejano a la verdad.
En la pendejería y pendejadas de Trump, el establishment ha percibido un creciente peligro en su ascenso a la presidencia, por lo que no es extraño ver a Obama ser protagonista de la contienda, a la ONU, así como a diversos jefes de Estado y activistas en general; todo esto ¿perfila un posible fraude en las elecciones?
¡A huevo!