Con reservas internacionales que superan los 190 mil 711 millones de dólares y una línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de 70 mil millones de dólares, el Banco de México (BANXICO) defiende al Peso ante la especulación reinante en el mercado de divisas y las expectativas de un posible aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos, amen de la situación latente de la crisis griega y la inestabilidad en Europa.
De este modo, ayer jueves activó la subasta de 200 millones de dólares con precio mínimo, para inyectar liquidez al mercado cambiario, en vista de la paulatina depreciación que enfrenta la divisa nacional frente al dólar den las últimas semanas, pese a los discursos del presidente y su gabinete económico sobre la solidez de la economía nacional y la fortaleza del peso.
Lo que deben saber los lectores es que, en realidad el Peso está transitando hacia su verdadera paridad respecto al dólar (que debería ser hoy de 17 pesos por dólar), pues desde los años noventa inició un proceso de sobrevaluación sostenido con la “flotación sucia del peso” que promueve el BANXICO; es decir, dejando que la paridad del peso respecto al dólar la determine el mercado e interviniendo de vez en cuando en el mercado de divisas vendiendo dólares, para evitar que pueda devaluarse más allá de los límites deseados.
Sólo por señalar algunos datos, el peso en 1993 acusó una sobrevaluación superior al 36.5%; desde el año 2000 comenzó a revaluarse el peso vertiginosamente, llegando en ese año la sobrevaluación a 30.7% hasta alcanzar el 37.08% en 2002. En los años posteriores la sobrevaluación se mantuvo por encima del 22% y en el 2008 ésta llegó a ser del 28.8%; para llegar a ser del 26.3% en 2013 y promediar cerca del 9% en los últimos meses, gracias a su paulatino deslizamiento.
De este modo, en aras de la competitividad aún le queda mucho camino por recorrer al Peso; esto es, terminar con ese porcentaje de sobrevaluación que le queda, con lo cual haría más competitiva la industria nacional y las exportaciones mexicanas frente a las chinas, cuya moneda, el Yuan, se encuentra en el otro extremo; esto es, subvaluado, al venderse por debajo de su valor real y haciendo de los precios de sus productos de exportación instrumentos imbatibles en los mercados.
Las reformas aprobadas recientemente, han sido justificadas por el gobierno bajo el pretexto de aumentar la productividad y la competitividad con ellas; aunque en realidad no han hecho otra cosa que terminar de abrir completamente la economía nacional a la competencia del mercado; particularmente al sector energético que había quedado sometido a una reglamentación especial dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Pero pese a ese esfuerzo por liberar completamente a la economía nacional de la intervención del Estado y dejar que sea el mercado quien determine los precios de todos los bienes (productos y servicios), hasta hoy se sigue controlando la paridad del peso respecto al dólar a través de las intervenciones del BANXICO en el mercado de divisas.
Ayer jueves, por tercera ocasión desde que en diciembre del año pasado BANXICO inició su estrategia de defensa del PESO ofreciendo dólares en grandes cantidades en el mercado de divisas, se subastaron 200 millones de dólares a un precio mínimo de 16.4622 pesos por divisa estadounidense. Recordemos que desde el 9 de diciembre de 2014 el BANXICO ofrece diariamente 200 millones de dólares en el mercado cambiario, a través de un tipo de cambio mínimo semejante al tipo de cambio FIX (para compras en el exterior y pagos de compromisos internacionales) del día hábil inmediato anterior, más un 1.5% adicional.
Ahora, el comunicado de la Comisión de Cambios, integrada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el BANXICO, indica que decidió reforzar los mecanismos para proveer liquidez al mercado cambiario, aumentando el monto de dólares subastados diariamente, con lo cual pretende reducir la probabilidad de que presiones adicionales en los mercados financieros, puedan perturbar el funcionamiento ordenado del mercado cambiario nacional en los próximos meses.
Ocultando con ello una silenciosa salida de capitales del país, pues el aumento de la demanda de dólares sólo es posible cuando los inversionistas deciden dejar sus tenencias en pesos en el país y irse con sus dólares; o bien, cuando los inversionistas, mexicanos o extranjeros, desean proteger sus capitales y refugiarse en una moneda mucho más fuerte y estable como el dólar, percibiendo que el futuro del país no les ofrece garantía a sus inversiones.
Por ahora, el BANXICO ha decidido aumentar el monto de dólares subastados diariamente y a partir del 31 de julio, hasta el 30 de septiembre de 2015, se incrementa de 52 a 200 millones de dólares la oferta en las subastas sin precio mínimo previamente establecido. No obstante, BANXICO mantendrá las subastas diarias con precio mínimo, al aclarar que se mantiene el monto por 200 millones de dólares, pero a partir del 31 de julio el precio mínimo será el equivalente al tipo de cambio Fix determinado el día hábil anterior incrementado en 1.0 por ciento, hasta el 30 de septiembre de este año.
Es difícil para el gobierno el seguir ocultando la realidad de una economía en crisis, cuya mejor expresión no sólo es el mediocre crecimiento de 1.9% obtenido durante lo que va del sexenio, sino el aumento de la pobreza de 53.3 millones de mexicanos a 55.3 millones. Ni las reformas, ni la apertura del sector energético al mercado constituyen la cura de una economía que exigía, desde los dos últimos sexenios, dejar de ser administrada con la misma política económica anticrisis del gobierno de Ernesto Zedillo.
Las reformas económicas deben ser otras y centrase en el mercado interno, en nuevos mercados de exportación, en estímulos fiscales a los productores agropecuarios y empresarios, en un gasto publico en infraestructura que cree empleos y absorba la mano de obra no calificada, fuente de la pobreza actual y de la inseguridad.
