CINE DE HOY

Uno de los largometrajes presentados en el XXIII Festival Internacional de Cine para niños (…y no tan niños), fue la divertida comedia india Pichku de Nila Madhan Panda, producida este mismo año.
El Pichku del título es un niño de nueve años bastante pudoroso, que a diferencia de sus padres y vecinos de uno de los barrios marginales de Nueva Delhi que van a las vías del tren a hacer sus necesidades en público, a él le da vergüenza.
Espera a que no haya nadie en casa y utiliza incienso para purificar el ambiente.
Otra opción que tiene es acudir a los baños públicos, pero además de que hay que pagar, no puede soportar el olor, que le provoca náuseas.
Trata por ello de convencer a su padre, para que construya un baño en su casa.
Pero el tipo está más preocupado en quedarse con el jornal que gana Pichku trabajando como pepenador, para comprar su propio taxi.
El pequeño descubre que no es el único que tiene ese problema.
Otro niño y un mago callejero han encontrado un solar abandonado para hacer sus necesidades.
Pero el lugar es recuperado por los dueños, y el trío se ve en la disyuntiva de hacer su propio baño.
Nila Madhan Panda es un director indio que alcanzó gran fama con su primera cinta Soy Kalam, que obtuvo 24 premios internacionales.
Aquí toca un tema difícil de manera jocosa y didáctica, sin caer en el chantaje sentimental ni el moralismo.
Pichku resulta, pues, una divertida comedia, que mostrará a los niños que la vean, lo afortunados que son de no haber nacido en la India, y sufrir como el personaje central.