Se enciende la campaña electoral
• El principal candidato opositor, Carlos Mesa, condenó “la violencia y la provocación venga de donde venga”
Los disturbios que más encendieron el ambiente político fueron los del jueves en Santa Cruz, con destrozos en varias sedes del MAS
EFE.- Los ataques a sedes del gubernamental MAS encendieron esta semana la campaña para las elecciones de octubre en Bolivia, con acusaciones cruzadas entre oficialismo y oposición de estar instigados y de que intentan desviar la atención de los graves incendios que aún azotan al país sudamericano.
Los episodios de violencia se habían desatado días atrás, con enfrentamientos como un el pasado miércoles en una remota localidad rural del departamento de La Paz ante una sede del Movimiento al Socialismo (MAS), que derivó en el lanzamiento de cartuchos de dinamita y el incendio de una comisaría de Policía.
Pero los disturbios que más encendieron el ambiente político fueron los de este pasado jueves en Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia y su capital económica, con destrozos en varias sedes del MAS.
Al menos 80 personas pasaron la noche en comisaría, de las que unas doce fueron remitidas al Ministerio Fiscal y del resto la mayoría fueron liberadas este viernes, según la Policía Boliviana.
El presidente, Evo Morales, calificó de golpistas a los violentos y los acusó de estar pagados desde la derecha opositora para conspirar contra la democracia en el país.
“Las elecciones no se ganan con bate, se ganan con voto. Las elecciones no se ganan con violencia, se gana con conciencia del pueblo boliviano”, defendió durante un acto oficial.
Morales citó expresamente de estar detrás de esta violencia al 21-F, un movimiento crítico con su Gobierno.
El oficialismo cargó además contra el Comité Cívico Pro Santa Cruz, una entidad que aglutina organizaciones sociales cruceñas, críticas igualmente con el Gobierno, con acusaciones de que la violencia fue premeditada por estos colectivos.