GUANAJUATO
• La Zona Arqueológica Arroyo Seco, ubicada al nororiente de Guanajuato, fue abierta al público en 2018
El libro “La memoria de los ancestros. El arte rupestre de Arroyo Seco, Guanajuato”, del arqueólogo Carlos Viramontes y la antropóloga Luz María Flores, será presentado por sus autores en el Museo Nacional de Antropología, el 28 de agosto a las 19:00 horas. La Zona Arqueológica Arroyo Seco, ubicada al nororiente de Guanajuato, fue abierta al público en 2018; sin embargo, desde 2005, un grupo de investigadores, encabezados por el arqueólogo Carlos Viramontes iniciaron la exploración. Desde entonces han encontrado más de 2 mil motivos pictóricos en esa área. ”La Zona Arqueológica está conformada por dos cerros pequeños de no más de 50 metros cada uno: El Cerro de la Zorra y el Cerro de la Tortuga. En ellos encontramos más de dos mil motivos pictóricos, 42 conjuntos pictóricos en 83 paredes rocosas. La pintura rupestre de esa región se caracteriza por tener al menos 15 tonalidades de rojo, tres tonalidades de amarillo, así como blanco y negro”, explica Viramontes en entrevista. La memoria de los ancestros. El arte rupestre de Arroyo Seco, Guanajuato está dividido en dos tomos. Una parte es sobre lo que representan, es decir, figuras humanas en diferentes posiciones, además se caracterizan por portar tocados, arcos y flechas. Las obras están relacionadas con otras figuras como venados, coyotes, águilas, colibríes, serpientes e incluso algunos insectos. Carlos Viramontes señala que además de las figuras humanas y de animales, en las pinturas rupestres hay motivos geométricos como círculos o líneas, aunque este tipo de trazos son menos. Arroyo Seco se encuentra en el municipio de Victoria, Guanajuato. Esa región, señala el arqueólogo, “es rica en arte rupestre”, tanto que hasta el momento han contabilizado 64 sitios, con más de 15 mil motivos pictóricos, de los cuales, más de 2 mil son de Arroyo Seco. ”El arte rupestres de Arroyo seco es sumamente esquemático. Además, los motivos no son muy grandes pues oscilan entre los 20 y 25 centímetros, aunque hay algunos motivos que sí alcanzan los dos metros, mientras que otras sólo miden dos centímetros. Después de estudios se determinó que la mayor parte son del Posclásico, es decir, del 1100 y el 1500 d.C.; sin embargo, aunque también hay de otros periodos, es decir, en esa región hay pintura rupestre prehispánica, colonial y por lo menos del siglo XIX”, dice Viramontes.
Viramontes indica que en el país hay registrados cerca de 5 mil sitios de arte rupestre en México