Como protesta por el continuo robo de ganado, ovinocultores arrojaron los cuerpos sin vida de dos ovejas, a la entrada de la Presidencia municipal.
Los ganaderos señalaron que ante el incremento de robos de ganado, que se ha suscitado en el municipio, ésta era la única manera de que las autoridades municipales y policiales, hagan algo para detener el abigeato, que en los últimos meses se ha acrecentado en el municipio de Apan.
La acción fue realizada por Samuel Sánchez, propietario de la Hacienda de Tlalayote, ubicada en el ejido Espejel, quien denunció el robo de 57 borregos, en horas de la madrugada de ayer, además de las dos que dejaron muertas en un camino de terracería que conduce a la cabecera municipal.
El afectado expresó que arrojar los cuerpos de las borregas muertas fue en repudio por la falta de vigilancia policiaca en las comunidades del norte del municipio, ya que en repetidas veces sus corrales han sido vaciados por ladrones de ganado.
Aseguró que en menos de dos meses su rancho ha sido afectado por sujetos que se aprovechan de la nula vigilancia policial, y cometen sus fechorías en horas de la madrugada.
Al hacer la denuncia ante el agente del Ministerio Público Investigador, con sede en Apan, “contra quien resulte responsable del delito de robo de ganado de su propiedad”.
Tras una espera de una hora, el afectado y diferentes vecinos que también han sido víctimas de robo de ganado, fueron atendidos por el secretario general municipal, Luis Torres Osorno, quien se comprometió a que la Dirección de Seguridad Pública Municipal fortalecerá los rondines necesarios para tratar de inhibir el delito de abigeato, que afecta a la población rural de todo el municipio.