Arqueólogos del INAH descubrieron la lápida de la primera mitad del siglo XVI

Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron una lápida funeraria de la primera mitad del siglo XVI, la cual podría formar parte de la tumba del canónigo español Miguel de Palomares, integrante del primer cabildo eclesiástico de la Catedral de México.

 

         En conferencia de prensa, el responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del Museo del Templo Mayor, Raúl Barrera Rodríguez, explicó que la lápida tallada en piedra con un epitafio en sus márgenes que hace referencia al citado clérigo, fue hallada el pasado 26 de febrero durante los trabajo de iluminación de la fachada de la Catedral Metropolitana.

Indicó que posiblemente la lápida aún proteja los restos de la osamenta de Miguel de Palomares, porque si el cuerpo solo hubiera sido amortajado o colocado en un ataúd de madera la losa se hubiera vencido el paso del tiempo.

Frente a la puerta central de la Catedral, en un espacio excavado de 1.60 por 1.60 metros y a 1.25 metros de profundidad con respecto al piso actual, los especialistas hallaron una toba volcánica conocida coloquialmente como “chiluca”, con un epitafio en sus márgenes alusivo al clérigo.

“Uno de los postes no tenía el sitio correcto para cimentarse, por lo que ingenieros y arqueólogos decidieron bajar 20 centímetros para encontrar el sitio correcto para instalar el poste. Al bajar esos 20 centímetros se toparon con la lápida”, señaló el historiador Mariano Leyva.

También esta escrita una leyenda en letras griegas, que aún está por interpretarse, pero pudiera referirse al nacimiento y muerte del personaje al parecer natural de Calahorra, clérigo de Cuenca y fallecido en la Ciudad de México en 1542.

“Don Miguel de Palomares llegó de España procedente de la diócesis Calahorra, sin que conozcamos la fecha exacta; estuvo en Veracruz en un curato, luego en la Ciudad de México donde le dieron una canonjía en la primera catedral que mando a construir Hernán Cortés en 1524, por lo que formó parte de esa catedral, durante el obizpado de Juan de Zumárraga”, explicó el especialista.

De encontrar el entierro de Miguel de Palomares, éste podría aportar información relativa a las prácticas mortuorias que se llevaron a cabo con los capitulares de la Catedral de México, en la primera mitad del siglo XVI.

 

 

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