Tula de Allende
Pedro Cardoso Reyes calificó de inconcebible que una institución encargada de proteger el patrimonio arquitectónico no estuviera enterada de los trabajos de restauración
Reiteró que la restauración en breve se va continuar de manera que la catedral será llevada a su máximo potencial para los festejos del Santo Patrono San José a celebrarse el próximo 19 de marzo.
“Hay capacidad y experiencia para llevar a cabo los trabajos de restauración de la muralla de la Catedral de San José”, puntualizó el arqueólogo Pedro Cardoso Reyes, esto luego de que el delegado en Hidalgo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Juan José Arias, ordenara la suspensión de las labores de rescate.
El arqueólogo dijo que era inconcebible que una institución encargada de proteger el patrimonio arquitectónico después de dos meses que tienen de ejecutar los trabajos de restauración no esté enterada de que se realizan las labores de rescate de la catedral de San José.
Cardoso Reyes –quien por fin se decidió hablar del tema- recordó que luego de la visita, en días pasados, que realizara el delegado del Centro INAH a la catedral de Tula, para verificar los trabajos de iluminación, tanto de la catedral como de la zona arqueológica, fue como se dio cuenta que estaban trabajando en la restauración de los aplanados de la muralla de catedral.
Dijo que la detención de los trabajos se debe a un malentendido, debido a que el delegado se percató de la existencia de un bote con concreto y que imaginó que ese tipo de material se estaba utilizando para la restauración, pero que de ninguna manera se estaba empleando ese concreto, “Esa cubeta con el material tenía más de 25 años que permanecía abandonada en el lugar, toda vez que esos materiales se utilizaron para la restauración del sagrario hace más de dos décadas”.
El arqueólogo manifestó que ellos están utilizando mortero de baja densidad en mezcla con arena horneada para darle el acabado fino y regresarlo al modelo constructivo, “respetando los lineamientos de un protocolo de preservación de monumentos de tipo histórico”.
Cardoso Reyes negó que la muralla de catedral la hayan dañado con los trabajos de restauración que llevaban a cabo, “para dañar la muralla debimos haber tirado las almenas, utilizado picos, además de retirar elementos constructivos y representativos o alterar el modelo real que se ha venido preservando por más de 460 años, cuando lo único que hemos hecho es regresarlo a su modelo original y su belleza ancestral y al modelo constructivo local”.
“Sin embargo nos vamos a dar el lujo de exponer los materiales con los cuales fueron construidos tanto la muralla como los espacios al interior de tipo arqueológico como son el templo del Dios Rana y lo que debió haber sido el aprovechamiento del espacio por el señor Mick haciendo su palacio, y que para hacer esas ventanas le vamos a dar un acabado “flejado” entre piedra y piedra y emboquillando los extremos de las ventanas para evitar filtración o humectación”.
Luego de la suspensión de los trabajo de restauración el arqueólogo tulense, confía en que la institución encargada de la preservación del patrimonio arquitectónico del pueblo de Tula, revise su propuesta, “y la sujete a un criterio de valoración, ya que el concepto dañar y cemento nada tienen que ver, toda vez que el cemento no lo hemos empleado”.
Lo que sí reconoció Pedro Cardoso es que no pidieron permiso al INAH, pero que los trabajos están bien hechos y son aceptables por el perito del Instituto Sergio Camarena y que no hay objeción de él por la restauración y que eso es un punto a favor para que los trabajos continúen.
En cuanto al cuestionamiento de que si Pedro Cardoso Reyes cuenta con la capacidad y experiencia para llevar a cabo los trabajos de restauración de la catedral de San José puntualizó:
“Me sobra capacidad, me sobra experiencia para lo que se me plantee, tengo la formación profesional de la escuela de Nacional Antropología e Historia, la docencia en algunos espacios universitarios a nivel nacional y local y no es la primera obra en la cual he participado, es la segunda vez que lo hago en catedral, nunca he tenido problemas”.
Aclaró: “Si he tenido problemas con el INAH, siempre ha sido consecuencia de no garantizarles un bienestar económico, pero tengo la formación y para mi fortuna tengo una ampliación de conocimientos y capacitación, la cual me permitió algo que les ha dolido tanto como fue la restauración de los murales de catedral al interior del Claustro en el segundo piso, y por eso les ha molestado tanto, así como los trabajos que hicimos en San Ildefonso, ya que nuestros conceptos de interpretación, valoración, de adecuación de espacios y restauración les molesta, por una sola y sencilla razón que no pido permiso, porque nadie pide permiso en su casa, pero si conozco los lineamientos, la legislación y los cambios que se han dado en la ley de monumentos arqueológicos, artísticos e históricos y conozco la ley de la UNESCO”, enfatizó.
Finalmente, el arqueólogo Pedro Cardoso Reyes agradeció la aceptación unánime de los tulenses por que continúe con los trabajos de restauración y comentó que incluso la propia ciudadanía retiró los sellos de clausura y los colocó en el piso donde son pisoteados como medida de protesta e inconformidad y rechazo absoluto.