
CINE DE HOY
“Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades”, la más reciente cinta de Alejandro González Iñarritu, se convirtió en la gran triunfadora con ocho estatuillas
Exiliada a Guadalajara, la LXV Ceremonia de Entrega del Ariel no consiguió la difusión que se merecía, aunque fue un buen esfuerzo de la directora de la Academia, Leticia Huijara, para evitar que desaparezca este importante premio de la cinematografía nacional.
“Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades”, la más reciente cinta de Alejandro González Iñarritu, se convirtió en la gran triunfadora con ocho estatuillas, incluyendo la de Mejor Director, Mejor Actor (Daniel Giménez Cacho), Edición, Vestuario, Fotografía, Diseño de Arte, Sonido y Efectos Visuales.
Arcelia Ramírez se apuntó un doble triunfo, pues ganó el Ariel a mejor actriz por “La civil” y su hija Emilia Berjón, el de mejor revelación por “Trigal”, que también premió a Úrsula Pruneda como coactriz. En lo personal, considero que la actuación de Julieta Egurrola en “Ruido”, merecía el premio.
“El norte sobre el vacío” de Alejandra Márquez, sin estrenar todavía, se llevó sorpresivamente el premio a la mejor película y Raúl Briones el de mejor coactor.
“Huesera” de Michelle Garza ganó los premios a mejor Ópera prima, Maquillaje y Guión Original. La mejor música fue de Camila Uboldi en “Zapatos rojos”.
El largometraje de animación fue para “Mi casa está en otra parte” de Carlos Hagerman y Jorge Villalobos, exhibido en el Festival Infantil y el corto fue “El año del radio” de Samuel Kishi.
“Teorema de tiempo” de Andrés Kaiser y “Dioses de México”, exhibidas en las pasadas muestras, ganaron el Ariel al mejor documental.
“Las nubes son de música” de Enrique García fue el mejor corto documental. Agustina de Luciana Herrera se llevó el corto de ficción.
La cinta iberoamericana fue “Argentina 1985” de Santiago Mitre y los Arieles de Oro para la maestra Marcela Fernández Violante, Juan Mora y La Universidad de Guadalajara.