
EFE.- La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, que el sábado arrasó en las elecciones generales al frente del Partido Laborista, se debatía ayer entre gobernar en solitario o en coalición junto al Partido Verde.
Ardern señaló que tras la victoria aplastante ha conversado con “Verdes” y que le tomará unas tres semanas para formar el nuevo gobierno para un mandato de tres años.
“Les dije a los Verdes que quiero hablar con ellos “, apuntó la mandataria, alabada internacionalmente por su gestión de la pandemia de la covid-19, al puntualizar que ella ha trabajado anteriormente “para construir un consenso”.
Los resultados provisionales, con el 100 por cien escrutado, conceden a los laboristas el 49,1por ciento de los votos o 64 escaños de los 120 asientos que tiene el Parlamento neozelandés, lo que permite a la carismática política de 40 años gobernar sin necesidad de alianzas, una hazaña que ninguna formación política ha logrado desde la reforma electoral de 1996.
El opositor Partido Nacional, con el que históricamente se alterna el poder, alcanzó el 26,8 por ciento, lo que se traduce en 35 parlamentarios (20 menos de los que tenía).
Los Verdes lograron 7,6 por ciento de los votos (10 escaños).