“¿Cuántas mujeres han pasado por el trayecto (han nacido, han crecido, se han reproducido y se han muerto) sin haber experimentado un orgasmo en toda su vida?” es el cuestionamiento que Martha Canseco; periodista, comunicóloga, escritora y tallerista de Reflexología Sexual, se hizo ante el Día Internacional del Orgasmo Femenino. 

Es gracias al feminismo, señala Martha, que “se ha divulgado todas las posibilidades eróticas sexuales que tienen las mujeres”, y ella misma se ha dedicado apoyando a empoderarlas a través de su cuerpo: “apropiarse del cuerpo, apropiarse de la sexualidad, apropiarse del placer, apropiarse del orgasmo por supuesto hace a las mujeres poderosas y a nadie le hacemos daño, nadie absolutamente a nadie le hacemos daño con eso”.

Es una tarea compleja debido a los mitos y mentiras que se han impuesto, siendo la religión una de las encargadas de ello, por esto Martha dice que se necesita valentía para romper con las barreras: “no estoy diciendo que dejen de creer, estoy diciendo que tomen de su religión lo que más les convenga, pero lo que no les convenga que sean capaces de dejarlo a un lado.”

Un buen orgasmo te acerca a lo espiritual y también a lo terrenal, pues el placer es un derecho humano, plantea Canseco, además de que te hace sentir bien, le da sentido a tu vida, te permite ver la vida de manera mucho más amable de cómo este sistema hegemónico patriarcal quiere ver a las mujeres.

“Vivimos en un mundo totalmente patriarcal creado por y para ellos, entonces la sexualidad no ha quedado rezagada en ese sentido, la visión hasta hace unos años de la sexualidad humana, era una visión exclusivamente de la sexualidad masculina”, dejando a un lado y desconociendo por completo a las mujeres. 

Ha sido con nuevos hallazgos e investigaciones que se ha quitado al orgasmo femenino de esa generalización que existía por parte de Master y Johnson, explica Martha, quien especifica que las mujeres pueden tener más de un orgasmo seguido, en comparación al hombre, que pasa por un periodo de meseta, aunque señala que “ellos también tienen la posibilidad, pero tendrían que dejar de concebir su sexualidad como la han concedido hasta este momento”. 

Físicamente lo que hace que la sexualidad sea más exuberante, gozosa y abundante en las mujeres es la existencia del nervio pélvico, también llamado nervio pudendo, relata Martha, que es “tres, cuatro veces más grande que el de los hombres, con muchas más enervaciones, con muchas más conexiones hacia nuestro cerebro, entonces por eso tiene tal impacto el orgasmo en las mujeres que en los hombres, es totalmente distinto”.

Aunque, “nos han vendido desde hace siglos la idea de que nuestro orgasmo depende del desempeño de ellos, de lo que ellos te puedan hacer o que te puedan enseñar”, y explica que esto no puede ser lógico, cuando ellos desconocen por completo la información sobre el placer femenino, lo que ha dejado como consecuencia que las mujeres finjan orgasmos. 

Poco a poco han surgido nuevos conocimientos de esto, por lo que Martha vislumbra que habrá nuevos descubrimientos en cuanto al orgasmo femenino que serán revelados a las nuevas generaciones y lo que recomienda a las mujeres mientras eso sucede, es que experimenten con su cuerpo, que sepan que quieren, para que después lo puedan compartir con quien quieran, hombre o mujer, pues la sexualidad  es “una gran avenida de doble sentido; de doble vía; es de aquí para allá y de allá para acá, no solamente de aquí para allá como no nos la han impuesto hasta la fecha”.