Dinámica Educativa
(Tomado del documento “Sistemas Fuertes y Reformadores Exitosos en la Educación: Lecciones de Pisa para México. OCDE 2011”)
“Garantizar la coherencia de las políticas y prácticas, alinear las políticas en todos los aspectos del sistema, establecer la coherencia de las políticas por periodos prolongados y asegurar la coherencia de su aplicación
Los sistemas educativos más exitosos están estableciendo metas para los planes y programas de estudios y para el logro académico de los alumnos, que hacen hincapié en la realización de tareas complejas, habilidades de pensamiento de orden superior y la capacidad de aplicar esos conocimientos a problemas que nunca han visto antes, en lugar de dominar los tipos de habilidades básicas que anteriormente se establecieron como un estándar mínimo.
Estos países y economías están cambiando la estructura de sus sistemas de los que hacen un seguimiento de los alumnos de distintas clases sociales en diferentes escuelas y programas, destinados a suministrar a la economía los empleados adecuados para los trabajos de élite, clase media, clase obrera y trabajos de menor categoría, hacia sistemas cada vez más diseñados para proporcionar casi todos los trabajadores con las habilidades necesarias para los trabajos que antes se consideraban necesarios sólo por los empleados de la élite.
Muchos países en esta trayectoria están trabajando para mejorar la calidad del acervo del que seleccionan a sus maestros, y están encontrando que, con el fin de reclutar y retener a estos jóvenes, necesitan abandonar el control burocrático y administrativo por sistemas en los que la rendición de cuentas ante otros profesionales y los padres de familia produzca una presión constante para mejorar el desempeño. Ellos descubren que deben financiar sus sistemas educativos para que todos los alumnos accedan a los recursos educativos que necesitan para tener éxito contra los altos estándares.
Estos cambios no son concebidos y ejecutados de manera independiente. Son y fueron parte de un esfuerzo conjunto.
Las políticas y prácticas tienden a alinearse en todos los aspectos del sistema, a ser coherentes a largo plazo y a ser consistentemente implementadas sin un control excesivo. Esto no quiere decir que el proceso de reforma sea fácil. Las trayectorias de reforma incluso en los sistemas más exitosos demuestran que el camino puede ser confuso y plagado de controversia política.
Además de las cuestiones políticas inevitables, alejarse del control administrativo y burocrático hacia las normas profesionales del control puede ser contraproducente si un país no cuenta aún con los maestros y las escuelas con la capacidad de implementar estas políticas y prácticas. Delegar la autoridad a niveles inferiores puede ser problemático si no hay un acuerdo sobre lo que los alumnos deben saber y ser capaces de hacer, si los estándares no son lo suficientemente altos.
El éxito de un condado para realizar estas transiciones depende en gran medida del grado en que tiene éxito en la creación y ejecución de los planes que, en un momento dado, producen la máxima coherencia en el sistema.
Ningún país lo hace a la perfección, aunque Finlandia, Japón, Ontario en Canadá, Singapur, Hong Kong-China y Shanghái-China parecen haber tenido éxito en este sentido en los últimos años.
Singapur demuestra quizá la alineación más coherente entre las políticas y su implementación, donde el Ministerio de Educación, el Instituto Nacional de Educación y las escuelas comparten la responsabilidad y la rendición de cuentas, y en la que ninguna política se anuncia sin un plan para la construcción de la capacidad necesaria para aplicarla. Una de las cosas más sorprendentes al visitar Singapur es que, donde quiera que uno va, el visitante escucha el mismo enfoque claro sobre los mismos resultados audaces, una cuidadosa atención a la implementación y la evaluación, y una orientación hacia el futuro —ya sea en los ministerios del trabajo, el desarrollo nacional, el desarrollo de la comunidad, la educación o en las universidades, institutos técnicos y escuelas—. Los cursos “hito” reúnen a altos funcionarios de todos los ministerios para crear un entendimiento compartido de los objetivos nacionales.
Un enfoque en la implementación efectiva recorre todo el gobierno. Debido al valor que se da al desarrollo de recursos humanos y a la comprensión de su relación crítica con el desarrollo económico, el gobierno de Singapur ofrece una visión muy clara de lo que se necesita en la educación. Esto significa que el Ministerio de Educación puede diseñar las políticas e implementar las prácticas que consumarán esta visión. Cada vez que una política se desarrolla y cambia, hay una enorme atención a los detalles de la implementación —desde el Ministerio de Educación hasta el Instituto Nacional de Educación, los grupos de supervisores, directores y maestros—. El resultado es una notable fidelidad de la implementación y relativamente poca variación entre las escuelas.
Si bien se necesitarían diferentes mecanismos en el sistema mexicano, que es mucho más grande, variado y descentralizado, encontrar los medios para lograr una mayor alineación y que todas las partes trabajen juntas es esencial para producir resultados en las aulas. Debido a que las autoridades educativas estatales son responsables de la prestación del servicio, encontrar el equilibrio adecuado entre las directrices nacionales y la flexibilidad en el nivel estatal en la aplicación y la toma de decisiones basadas en la escuela será la clave. La lección para México es que, independientemente del lugar en que se encuentre un país o estado en el espectro del desarrollo, la coherencia —el grado en que las partes y las piezas encajan bien juntas y se refuerzan entre sí— es una característica importante de la eficacia de un sistema.
Para que el sistema educativo de México siga mejorando, tendrá que asegurarse de que las evaluaciones que utiliza estén poniendo a prueba lo que se debe enseñar a los alumnos, que los materiales de instrucción disponibles coincidan con los contenidos que los maestros supuestamente deben enseñar, que los programas de formación docente (en las normales) estén preparando a los maestros para enseñar lo que los alumnos deben aprender, que los estándares para la admisión sean lo suficientemente altos para atraer al tipo de personas que se requerirán, que haya un acervo de candidatos calificados que se conviertan en los futuros docentes, que los programas de las instituciones estén diseñados para atraer a los jóvenes que podrían optar por ser médicos, arquitectos e ingenieros, que los incentivos que influyen en los jóvenes incluyan incentivos para tomar cursos difíciles y trabajar arduamente en la escuela, que los méritos que los jóvenes obtienen en la escuela coincidan con las necesidades y expectativas de los empleadores y los colegios, y así sucesivamente. Ésta es una lista parcial, pero el punto es que las partes y las piezas tienen que encajar entre sí, y habrá muchas partes y piezas en un plan exitoso.
Actualmente, México tiene una variedad de iniciativas en marcha para hacer frente a muchos de estos desafíos en áreas tales como la revisión de contenidos y planes y programas de estudio, para que estén más basados en las habilidades y competencias para la vida; el proceso del concurso de selección para las plazas docentes titulares; los programas de reconocimiento y recompensas para los maestros, que podrían ser utilizados para definir una política de incentivos y estímulos para los docentes en servicio, y los programas piloto enfocados en un número limitado de escuelas de bajo desempeño. Otra área en la que México ha logrado avances significativos es en la valoración y evaluación de alumnos.
Desde su primera administración en 2006, la prueba ENLACE, que se aplica cada año, se ha convertido en una piedra angular de la rendición de cuentas pública y los esfuerzos de mejora de las escuelas en México. La SEP también está explorando el uso de los resultados de ENLACE sobre el logro académico de los alumnos para los métodos de valor agregado en el nivel de la escuela. La OCDE ha entregado a la SEP recomendaciones específicas sobre cómo la prueba ENLACE puede desarrollarse aún más para apoyar éstos y otros impulsores de políticas de mejora. Una visión clara de un marco de evaluación en México debería servir a los fines distintos pero complementarios de las diferentes evaluaciones (es decir, ENLACE EXCALE, o posibles evaluaciones basadas en la escuela), y cómo deben seguir desarrollándose en el futuro dentro de un marco nacional común. Conforme éstas y otras iniciativas continúen efectuándose, un proceso sistemático de análisis, diseño, planificación, monitoreo y evaluación debe garantizar la coherencia de estas iniciativas y apoyar la implementación efectiva en los niveles estatal y local.” (Continuará).
*Responsable de la Rectoría de la Universidad Tecnológica de Mineral de la Reforma (UTMiR)