Aprendiendo de los Sistemas Educativos de Alto Desempeño VI

Dinámica Educativa

(Tomado del documento “Sistemas Fuertes y Reformadores Exitosos en la Educación: Lecciones de Pisa para México. OCDE 2011”)

 

“La alineación de las estructuras de incentivos y la participación de todos los interesados

Los incentivos en la educación deben entenderse de forma amplia, en términos de cómo determinan por qué la gente hace las cosas que hace. Analizar en algunos países si los incentivos que operan en los alumnos, padres y maestros son más propensos a producir un mejor desempeño que los incentivos que operan en los actores de otros países puede proporcionar pistas importantes sobre por qué algunos países están mejor clasificados en las estadísticas de la educación que otros.

Consideremos a los alumnos. En los países con sistemas de exámenes de alto riesgo (es decir, aquellos sistemas en los que los alumnos no pueden pasar a la siguiente etapa de su vida —ya sea trabajo o educación superior—, a menos que demuestren que están capacitados para ello), los alumnos saben lo que deben hacer para tener éxito y dedican el trabajo necesario para tal fin.

Un ejemplo ilustrativo es el de un alumno en la ciudad de Toyota, en Japón, que quiere trabajar en la línea de una planta de Toyota. Ese alumno sabe que debe obtener buenas calificaciones en asignaturas difíciles y conseguir la recomendación de su director, por lo que toma los cursos difíciles y trabaja duro en la escuela. Lo mismo sucede con el alumno alemán que quiere trabajar para Daimler-Benz en su fábrica de automóviles, o el estudiante en Singapur que quiere trabajar en el taller de automatización industrial que se ubica a unas calles de su casa. La razón por la que los sistemas de exámenes son importantes es que ofrecen fuertes incentivos para que los alumnos tomen cursos difíciles y estudien mucho. Una de las características más sorprendentes de los sistemas educativos con menor desempeño, incluido el caso de México, en contraste con los sistemas educativos de los países más exitosos, es la falta de incentivos para que el alumno promedio trabaje duro en la escuela. Si no se considera que los sistemas de exámenes sean el mecanismo más apropiado para establecer los incentivos adecuados, por cualquier razón, entonces el punto es que debe haber algún otro medio, no menos eficaz, para motivar a los alumnos a trabajar tan duro en la escuela como los estudiantes de otros países.

Consideremos al maestro. Si los maestros no trabajan tan duro en sus labores como lo hacen los docentes en otros países, es poco probable que obtenga los mismos resultados. La pregunta es qué incentivos tienen más probabilidades de producir ese resultado. En ambientes laborales jerárquicos, burocráticos y de arriba hacia abajo, la respuesta es que la administración debe medir los resultados cuidadosamente y luego ofrecer recompensas a aquellos cuyos resultados superan las expectativas. En esos ambientes, los trabajadores compiten entre sí, y la mayoría, molesta porque un trabajador los supera, crea normas sociales por las que el individuo excepcional es expulsado del grupo.

Sin embargo, en ambientes que maximizan la producción de cada trabajador, los trabajadores tienden a colaborar para aumentar la producción, de manera que apoyan eliminar a los trabajadores que bajan la productividad del grupo, y aprueban pagar más a los que por su esfuerzo o destreza aumentan las recompensas para el grupo en su conjunto. A pesar de que las recompensas por mejorar el desempeño han sido utilizadas con eficacia en otros campos, su uso reciente en el sector educativo, especialmente para los maestros, aún está siendo estudiado, monitoreado y evaluado.

El ambiente de aprendizaje también es resultado, en gran parte, de los padres de familia. Los padres que estén interesados en la educación de sus hijos son más propensos a apoyar los esfuerzos de su escuela y participar en las actividades escolares, lo que aumenta los recursos disponibles; los directores de escuela pueden definir los objetivos educativos escolares y guiar sus escuelas hacia ellos. Estos padres también tienden a provenir de un alto estatus socioeconómico. PISA muestra que las percepciones de los directores escolares sobre la presión constante de los padres de familia por adoptar un alto nivel académico y mejorar los logros de los alumnos tienden a estar relacionadas positivamente con un desempeño escolar más alto en 19 países de la OCDE. PISA también muestra que la situación socioeconómica de los alumnos y las escuelas, y las características principales del ambiente de aprendizaje, están estrechamente relacionadas y que ambas se vinculan con el desempeño de manera importante, quizá porque los alumnos con antecedentes socioeconómicamente favorecidos traen consigo un mayor nivel de disciplina y percepciones más positivas de los valores escolares, o tal vez porque las expectativas de los padres sobre una buena disciplina en el aula y un fuerte compromiso de los docentes son más altas en las escuelas con una situación socioeconómica ventajosa. Por el contrario, las escuelas desfavorecidas pueden experimentar menos presión de los padres para reforzar las prácticas eficaces de disciplina o garantizar que los maestros ausentes o desmotivados sean sustituidos. En resumen, los alumnos se desempeñan mejor en las escuelas con un ambiente escolar más sólido, en parte porque dichas escuelas tienden a tener más alumnos de familias privilegiadas que, por lo general, muestran un buen desempeño, en parte porque las características socioeconómicas favorables de los alumnos refuerzan el clima propicio y en parte por razones no relacionadas con las variables socioeconómicas.

Sin embargo, existen diferencias significativas en la manera en que los sistemas educativos involucran a los padres de familia en los diferentes países. Como se señaló anteriormente, en muchos países de Europa y Asia, algunos maestros son designados como tutores o profesores de clase. Estos docentes siguen al alumno entre los grados dos y nueve. Ellos asumen una cierta responsabilidad holística de los alumnos en su clase y crean una estrecha relación no sólo con el alumno, sino con sus padres. Tanto en Asia como en Europa, es típico en tales casos que se pase un cuaderno entre el maestro y los padres, en el que uno y otro comparten la información sobre el alumno.

Ampliación de la rendición de cuentas a los superiores hacia la rendición de cuentas a los colegas profesionales, padres de familia y al público en general

En general, los países con un alto desempeño tienden a tener un sistema eficaz de rendición de cuentas. La experiencia de Alemania es una lección en ese sentido. Después de haber creído que estaban entre los mejores del mundo, sin ningún medio para validar esto, se llevaron una sorpresa cuando los datos de PISA demostraron que no era así. Pero la forma que toma la rendición de cuentas difiere de un país a otro, y esa forma de rendición de cuentas parece ser importante.

Algunos sistemas de rendición de cuentas publican los datos sobre el desempeño de los alumnos y las escuelas informan al público y a los administradores del sistema acerca de su desempeño. En los sistemas que permiten a los padres de familia y alumnos elegir entre las escuelas, estos datos también pueden influir en esas decisiones y, por lo tanto, hacer responsables a las escuelas con las fuerzas del mercado, con base en los datos de desempeño proporcionados por las escuelas entre las que se puede elegir. En algunos sistemas estos datos también son utilizados por los administradores escolares para asignar recursos de diversos tipos, a menudo para proporcionar recursos adicionales a las escuelas que tienen problemas.

Más allá de eso, los sistemas de rendición de cuentas en los países con mejores resultados pueden dividirse en los que emplean rendición de cuentas administrativa (o vertical) y los que emplean rendición de cuentas profesional (o lateral).

La rendición de cuentas administrativa se refiere a los sistemas en los que los datos de las pruebas del logro de los alumnos son utilizados por los administradores para recompensar a los buenos maestros, a las buenas escuelas y a los buenos distritos, y para castigar a los maestros, escuelas y distritos que generan siempre malos resultados.

Entre las características de la rendición de cuentas administrativa están a menudo los sistemas de rendición de cuentas basados en exámenes que utilizan los datos del desempeño de los alumnos para tomar decisiones sobre qué maestros y directores escolares se debe contratar, promover y retener, así como para tomar decisiones sobre la compensación a cada maestro.

La rendición de cuentas profesional se refiere a los sistemas en los que los docentes se sienten responsables no tanto ante los administradores escolares como ante sus compañeros maestros, de manera similar a como los profesionales en la mayoría de los campos se sienten responsables de su desempeño ante otros profesionales del mismo campo.

En el caso de la educación, la rendición de cuentas profesional incluye el tipo de responsabilidad personal que los maestros sienten frente a los padres de sus alumnos, en los países en los que ciertos maestros se mueven con una clase a través de dos, tres o más grados, y asumen la responsabilidad general del crecimiento y desarrollo de esos niños, no sólo en la materia que enseñan, sino en todos los ámbitos, trabajando en estrecha colaboración con otros maestros y con los padres de los alumnos.

Jurisdicciones como Japón, Finlandia y Ontario, Canadá, que utilizan las formas más profesionales de la organización laboral, tienden a enfatizar las formas colegiadas de rendición de cuentas del profesorado y el liderazgo escolar, tratando de garantizar que la reforma se convierta en una vía de doble sentido, en lugar de algo impuesto desde arriba. Esto es porque las personas que esperan ser tratadas como profesionales, y se sienten como tales, son más propensas a responder a los modos profesional y familiar de rendición de cuentas, y considerar de manera negativa el uso de formularios administrativos de rendición de cuentas, del tipo que identifican con los entornos laborales tayloristas.

Singapur es un ejemplo donde se combina tanto la rendición de cuentas administrativa como la profesional en un enfoque centrado en la gestión del desempeño, con una amplia gama de indicadores, y con la participación de una extensa gama de profesionales en la toma de decisiones sobre el desempeño de los adultos en el sistema. Los maestros, directores, el ministerio, otros miembros del personal y los alumnos tienen incentivos para esforzarse al máximo. Para mantener el desempeño de los docentes y directores, se presta una seria atención al establecimiento de metas anuales para obtener el apoyo necesario y así cumplirlas y evaluar su cumplimiento. Se incluyen los datos sobre el desempeño de los alumnos, pero también una serie de otras medidas, tales como la contribución a la escuela y la comunidad, así como los juicios por una serie de profesionales de alto nivel. Los sistemas de estímulos y recompensas incluyen honores y bonos salariales. Las distintas evaluaciones tienen lugar en el contexto de los planes de excelencia de la escuela.

Es importante señalar que el énfasis en la rendición de cuentas profesional en la primera línea no se contrapone al establecimiento de estándares y evaluaciones centralizadas, sino que ambos van de la mano.” (Continuará).

*Responsable de la Rectoría de la Universidad Tecnológica de Mineral de la Reforma (UTMiR)

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