Tras el incendio ocurrido el pasado 2 de octubre en un taller de tejido de punto en el municipio de Cuautepec, donde una familia perdió su patrimonio calculado en más de 4 millones de pesos; miembros de una cooperativa textil, anunciaron que apoyarán a los dueños, para que puedan trabajar y recuperar algo de lo perdido, en la temporada que ahora empieza.
En este municipio existen alrededor de mil 500 talleres de tejido de punto que, además de enfrentar la falta de mano de obra, son proclives a siniestros, como el incendio ocurrido aquel día.
Este incendio terminó con el patrimonio de uno de los 27 socios de la Cooperativa “Mano a Mano, Tejiendo el Futuro de Cuautepec”, cuyo presidente, Diego Armando Riveros Carrasco, informó que emprenderán una colecta en las plazas de venta de ropa al mayoreo de Chiconcuac, Estado de México, y San Martín Texmelucan, Puebla, en apoyo al empresario afectado al que, también, donarán 50 mil pesos.
De acuerdo con corporaciones policiacas y de protección civil, el incendio pudo suceder por el sobrecalentamiento de una caldera de vapor que se utilizaba para planchar suéteres y lienzos de tejido de punto.
Al respecto, Riveros Carrasco indicó que incidentes como éste se pueden prevenir con capacitación, pero también a través de supervisiones reales y el seguimiento por parte de las dependencias competentes.
Dijo que dependencias de gobierno estatal se encargan de venir al municipio e identificar los talleres, con la finalidad de determinar si están en condiciones seguras o no, pero muchas veces lo hacen con el fin de implementar multas, “más que de ayudar y corregir detalles, mediante asesoría y el seguimiento adecuado”.
A ello sumó la falta de mano de obra que enfrenta el gremio en Cuautepec, a pesar de que un tejedor recibe entre 2 y 3 mil pesos semanales y el sueldo de un ayudante de tejedor oscila en mil 500 pesos a la semana.
Sin embargo, reconoció que las personas, al acudir a solicitar empleo, señalan que esa cantidad la ganan en una noche, en actividades ilícitas como el robo de hidrocarburo.
Aseguró que la mayoría de incendios que ocurren en talleres textiles se deben al desconocimiento de los empresarios sobre las medidas de prevención que deben seguir; “muchos de los talleres son familiares y están improvisados”, destacó.
La deflagración registrada el 2 de octubre, en la colonia Juárez, siniestró la bodega de aproximadamente 25 por 12 metros donde había equipo textil de avanzada y un número importante de prendas de tejido de punto, al igual que dos vehículos que quedaron calcinados en su totalidad y otro más quemado en un 20 por ciento.
